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Kate Middleton da a luz a su tercer hijo, un niño

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Kate Middleton da a luz a su tercer hijo, un niño

La duquesa de Cambridge tuvo a su hijo a las once de la mañana en el hospital St. Mary’s de Londres

 

 

El príncipe Guillermo de Inglaterra llega con sus hijos, Jorge y Carlota, al hospital St Mary’s donde está mañana Kate Middleton dió a luz al tercer hijo de la pareja.

 

 

El tercer hijo de la duquesa de Cambridge y el príncipe Guillermo -que es varón aunque ese hecho carezca ya de relevancia a la hora de determinar su puesto, el quinto, en la línea de sucesión al trono- se ha sumado este lunes por la mañana al joven elenco que lleva ya un tiempo insuflando aire fresco y popularidad a la familia real británica.

 

Todo ha sucedido muy rápido. Los duques Cambridge habían acudido en coche al hospital a primera hora de la mañana. Kate Middleton se encontraba, según informó el palacio de Kensington por Twitter, “en las primeras etapas del parto”. El niño, que ha pesado 3,8 kilos y cuyo nombre será anunciado en los próximos días, nacía a las 11.01 en el hospital St Mary’s de Londres. Siete horas después, abandonaba el hospital en brazos de su madre, Kate Middleton, que sonreía emocionada, abrazada por su marido, el príncipe Guillermo.

 

 

La narrativa de la familia real británica suele alternar periodos de calma con picos de elevada atención mediática. En estos últimos cabrá encuadrar a la primavera de 2018. Al constante interés por la nonagenaria reina Isabel II y a las preocupaciones por la salud de su esposo, el duque de Edimburgo, de 96 años, que acaba de superar una operación de cadera y en agosto abandonó su actividad oficial, se suman ahora nuevas caras que contribuyen a una imagen de renovación.

 

 

 

Además del nuevo hijo de los duques de Cambridge, se incorpora esta primavera al relato Meghan Markle, la actriz estadounidense que se casará el próximo 19 de mayo con el príncipe Enrique, el menor de los dos hijos de Carlos y la fallecida Diana de Gales, que pasa al sexto puesto en la sucesión al trono con el nacimiento de su sobrino. Los preparativos de la boda de la pareja, que se ha ganado el cariño de los ciudadanos al recorrer el país tras el anuncio de su compromiso a finales del año pasado, ocupan desde hace ya semanas al personal del palacio de Windsor, donde tendrá lugar la celebración, a la que acudirán más de 2.500 invitados. Guillermo y Kate, Enrique y Meghan, Jorge y Carlota y, ahora, su hermano pequeño, conforman el reparto que ha introducido con indiscutible éxito a la monarquía británica en la era de Instagram.

 

 

 

El tercer hijo del príncipe Guillermo y Kate Middleton es quinto en la sucesión al trono de Reino Unido, por detrás de su abuelo Carlos de Inglaterra, príncipe de Gales; su padre, duque de Cambridge; su hermano, el príncipe Jorge (cuatro años), y su hermana, la princesa Carlota (dos años). Gracias a cambios introducidos en 2013 en las leyes que rigen la sucesión, el sexo del bebé no afecta ya al orden sucesorio: los varones no tienen preferencia sobre las mujeres y su hermana Carlota conserva su cuarto lugar en la sucesión al trono.

 

 

 

Como es tradición, los forofos de la familia real británica han celebrado la llegada del nuevo bebé en las inmediaciones del hospital. Ahí estaban Terry Hunt y John Loughrey, octogenarios que llevaban 15 días acampados junto a la entrada, cubiertos de union jacks. También Nadia, londinense de 48 años, que lucía una camiseta con las caras de los duques de Cambridge. «Me encanta la pareja, los he seguido desde su boda. Creo que Guillermo ha elegido una mujer tan adorable como su madre, yo adoraba a Diana. Son gente normal, con los pies en la tierra. Creo que él será un gran rey», decía.

 

 

Tony Appleton, autoproclamado pregonero real no oficial, entretenía a los congregados repitiendo, entre campanadas, el anuncio de la llegada del bebé. No forma parte de la ceremonia oficial, pero su pintoresca presencia en los nacimientos de los tres hijos de los duques de Cambridge le ha ganado un lugar por derecho propio. Un muy británico taxi negro levantaba los aplausos de la multitud paseándose con la ventanilla abierta que dejaba ver una figura de cera a tamaño real de la reina Isabel II en el interior. Y hasta una cadena de restaurantes mexicanos ofrecía a la multitud pequeños burritos conmemorativos.

 

 

El nuevo bebé tiene el tratamiento de Alteza Real y es príncipe de Cambridge. Sus posibilidades de convertirse en monarca son remotas, pero la larga historia de la monarquía británica ofrece al menos un precedente histórico: Guillermo IV, el penúltimo rey de la casa Hanover, accedió al trono en 1830 con 64 años, al sobrevivir a sus dos hermanos mayores, Jorge IV, que murió sin descendencia, y Federico, duque de York.

 

 

 

Hacia las cuatro de la tarde, el príncipe Guillermo abandonaba el hospital, para regresar al rato acompañado de sus otros dos hijos, los príncipes Jorge y Carlota, de cuatro y dos años, respectivamente, que acudían a conocer a su nuevo hermano.

 

 

 

El embarazo de la esposa del príncipe Guillermo se dio a conocer en octubre pasado, y no se había especificado la fecha concreta en que salía de cuentas. La duquesa de Cambridge había concluido su agenda oficial por baja de maternidad el mes pasado.

 

 

 

La primera ministra, Theresa May, ha felicitado a los padres por Twitter. «Mis más cálidas felicitaciones al duque y la duquesa de Cambridge por el nacimiento de su niño. Les deseo mucha felicidad para el futuro», ha escrito. También el laborista Jeremy Corbyn, líder de la oposición, ha felicitado a la pareja. «Felicidades a Kate y a Guillermo por el nacimiento de su niño. Les deseo todo lo mejor», ha dicho a través de la misma red social.

 

 

 

El anuncio de los nacimientos reales sigue un protocolo establecido por la costumbre. La primera en ser informada del nacimiento es la reina. Después, se comunica al resto de la familia real y a los Middleton. A continuación, el equipo de comunicación de palacio informa por correo electrónico a los medios, anunciando el sexo, el peso y la hora de nacimiento del bebé. Por último, se comunica por las cuentas oficiales de Twitter e Instagram, y se procede a colocar un anuncio en papel sobre un caballete dorado a las puertas del palacio de Buckingham, residencia oficial de la reina.

 

 

 

Los nombres de los bebés reales no suelen revelarse hasta algunos días después del nacimiento. En el caso de Jorge y Carlota, los padres tardaron dos días en anunciarlos. Fueron más rápidos que los abuelos de la criatura, Carlos y Diana, que tardaron una semana en comunicar el nombre del príncipe Guillermo en 1982. Más tardó todavía la reina; el nombre de cuyo primogénito, Carlos de Inglaterra, no fue revelado hasta su bautizo un mes después de nacer en 1948.

 

 

 

Para sus dos anteriores hijos, los duques de Cambridge han elegido nombres de sólida tradición real, lo que indica que en esta ocasión podrían también elegir uno que haga referencia a monarcas pasados. Federico, James, Arturo o Felipe están en los primeros puestos en las casas de apuestas.

 

El País

PABLO GUIMÓNTwitter

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