El demócrata de 78 años juró el cargo ante el presidente de la Corte Suprema, John Roberts, en una ceremonia solemne delante del Capitolio de Estados Unidos

 
 
Joe Biden se juramentó este miércoles como como el 46º presidente de Estados Unidos, en una ceremonia marcada por la pandemia y la ausencia de su predecesor Donald Trump, que abandonó Washington unas horas antes rumbo a Florida.

«Hoy es un día de historia y de esperanza», dijo Biden en su discurso inaugural en el que hizo un llamado a la «unidad» del país y prometió ser el presidente de todos los estadounidenses, informó AFP.

El demócrata de de 78 años juró el cargo ante el presidente de la Corte Suprema, John Roberts, en una ceremonia solemne delante del Capitolio de Estados Unidos, un acto marcado por la pandemia y por las fuertes medidas de seguridad tras la toma de ese edificio el pasado 6 de enero.

Por otra parte, aseguró que el «terrorismo doméstico» y la supremacía blanca serán vencidos en su país.

Estados Unidos enfrenta «el surgimiento del extremismo político, la supremacía blanca, el terrorismo doméstico, que es algo que debemos confrontar y que vamos a derrotar», afirmó Biden.

Con respecto a la actual situación sanitaria del Covid-19 que azota al mundo y en especial a Estados Unidos, el presidente guardó un minuto de silencio y advirtió que viene la fase más mortal de la pandemia.

Biden aseguró que Norteamérica es «una gran nación, somos buenas personas, y a lo largo de los siglos hemos llegado lejos, pero todavía tenemos que ir más lejos».

«Hay mucho que reparar, mucho para sanar, pero también mucho que ganar (…) El grito de una justicia racial nos conmueve, el sueño de una justicia para todos no se va a postergar más. Se necesita unidad. Hoy mi alma está en lograr unificar a todos. Podemos superar el virus letal, reconstruir la clase media, y hacer que Estados Unidos sea la fuerza de bien para el mundo», expresó.

El presidente de EEUU prometió que «reparará las alianzas» tradicionales del país y relacionarse con el mundo, tras el aislacionismo de su predecesor, Donald Trump.