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Hombre murió tras agonizar a una cuadra del hospital Vargas

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Hombre murió tras agonizar a una cuadra del hospital Vargas

Dessirée Herdez, pareja de Santiago Navas (30), aún se encontraba en shock, luego de que su pareja muriera en sus brazos la noche de este martes en la parroquia San José, a una cuadra del hospital Vargas y a pocos metros del módulo de la Policía Nacional Bolivariana (PNB). Él recibió dos impactos de bala en medio de un tiroteo y nadie lo auxilió.

 

En medio del llanto y con la ropa ensangrentada, Herdez relató que la noche del martes, ella y Navas fueron a visitar a su abuela que se encuentra en estado crítico y a dejar a su hermana de dos años con su madre en los bloques de San José. De regreso, a pocos metros del hospital Vargas, la pareja quedó atrapada en la línea de fuego en un intercambio de disparos entre efectivos de la PNB y unos antisociales que estaban dentro de un vehículo.

 

«Me agaché y vi que Santiago cayó a mi lado. Me levanté y lo abracé. Grité para pedir ayuda. Los funcionarios fueron testigos y después del tiroteo se marcharon. Él me dijo que me amaba y que cuidara del bebé que viene en camino. Me atravesé en medio de la vía y ningún vehículo se detuvo a socorrerme. Los conductores se desviaron y siguieron su camino».

 

Navas murió en el sitio y al cabo de unas horas fue trasladado a la morgue de Bello Monte. El vivía con Herdez en los edificios de Ciudada Betania en Ocumare del Tuy. Era el mayor de tres hermanos y tenía siete hijos y un octavo que nacerá en siete meses.

 

La víctima trabajaba como obrero en una construcción del Gobierno en el sector Ruiz Pineda.

 

Lo acribillaron en su casa

 

Treinta disparos recibió en su cuerpo Félix Bravo (36), justo en la puerta de su casa en el sector Los Sin Techo de El Cementerio.

 

Sus parientes relataron que fue a visitar a su madre que también es vecina de la zona. De regreso, cuando iba abrir la puerta de su casa, lo interceptaron varios sujetos. Le dijeron que entregara sus pertenencias, pero él se negó y dispararon. La familia manifestó que desde que ocurrió el asesinato, el lunes a las 6:00 p.m. la concubina de Bravo está desaparecida. «No atiende llamadas y se fue de la casa», dijeron los allegados.

 

Aunque nació en Cúpira, tenía 25 años viviendo en Caracas. Desde joven se mudó a trabajar. Era ayudante de herrería. Tenía dos hijos.

 

La tarde del martes, Rafael P¿érez (24) estaba hablando con unos amigos frente a la estación Zoológico del Metro de Caracas. Cuando conversaban llegaron tres sujetos y sin mediar palabras le dispararon en seis oportunidades.

 

«Nadie sabe nada, ni observó nada, como siempre pasa en estos casos. Me imagino que quedará impune», dijo un pariente de Pérez que prefirió mantener su nombre en reserva.

 

Esta es la segunda vez que atentaron contra la vida de Pérez, pues el año pasado le propinaron cinco disparos. Sobrevivió a ese hecho, pero esta vez no corrió con la misma suerte.

 

mmatamoros@eluniversal.com

 

NATALIA MATAMOROS |  EL UNIVERSAL

 

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