Hepatitis C: una enfermedad silenciosa
septiembre 1, 2014 4:18 pm

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) actualmente 240 millones de personas aproximadamente padecen una infección crónica con el virus de hepatitis B, y unos 150 millones de personas con el virus de hepatitis C (VHC). En Venezuela, alrededor de 150 mil personas adultas sufren de hepatitis C.

 

La hepatitis es la inflamación del hígado ocasionada por virus, bacterias, parásitos, sustancias químicas, tóxicos y fármacos; en el caso de la hepatitis de origen viral, puede ser causada por los tipos A, B, C, D y E y, con menor frecuencia, puede producirse por otras infecciones víricas, tales como mononucleosis infecciosa, fiebre amarilla o citomegalovirus.

 

El VHC se transmite mediante contacto directo con sangre contaminada. Las principales vías de transmisión son el uso compartido de material para drogas tanto intravenosas como de otro tipo (jeringas, cucharas, torniquetes, pajas para esnifar, pipas, etc.), las agujas utilizadas para hacer tatuajes, perforaciones del cuerpo y acupuntura, el uso compartido de objetos personales tales como cuchillas de afeitar, cepillos de dientes y cortaúñas es menos peligroso, pero aun así son vías potenciales de la transmisión, así como por vía sexual sin protección y transmisión perinatal.

 

Durante la fase aguda de la infección por VHC la sintomatología es en ocasiones imperceptible. Sin embargo, pueden presentarse síntomas leves semejantes a los de la gripe, tales como náuseas, fatiga, fiebre, dolor de cabeza, pérdida de apetito, dolor abdominal y dolores musculares o articulares. La enfermedad crónica por VHC generalmente es asintomática, pero con el paso del tiempo (a menudo después de muchos años e incluso décadas), existe la posibilidad de desarrollar síntomas que se relacionan con daño hepático severo.

 

El hígado es un órgano que realiza funciones importantes y vitales para el organismo, ya que se encarga del almacenamiento de minerales, vitaminas y glucosa para ser utilizados en los procesos energéticos; adicionalmente, participa en la formación de factores inmunitarios, factores de coagulación y hormonas. Las células hepáticas participan en la producción de bilis, la cual es una sustancia que participa en el proceso de digestión, absorción de nutrientes y eliminación de sustancias tóxicas del organismo.

 

Tomando en cuenta la participación del hígado en procesos vitales del organismo, es de vital importancia, la detección temprana del virus de hepatitis C (VHC), a fin de tomar las medidas adecuadas para su erradicación al tiempo de enlentecer o detener los daños ocasionados al organismo producto de su presencia, incluyendo la progresión a cirrosis o cáncer de hígado; esto es posible dada la existencia de tratamientos que logran dar una respuesta terapéutica elevada.

 

La Dra. Merita Senior, hepatóloga del Hospital de Clínicas Caracas comentó que la hepatitis tipo C fue descubierta en el año 1992, por lo que se considera una enfermedad relativamente nueva para la humanidad. Es a partir de ese momento que los científicos comenzaron a hacer pruebas de pesquiza —exámenes en personas sanas.

 

Por esta razón, el haber realizado una transfusión de sangre antes de 1992 representa un factor de riesgo.

 

La realización de la prueba del VHC no es rutinaria, por lo que deberá ser solicitada por el médico y sí resulta positiva (así sea asintomático), deberá acudir nuevamente para que este evalúe si es candidato de recibir tratamiento. Si desea conocer más sobre la hepatitis C, puede contactar a Amigos Unidos por un Hígado Sano, asociación de pacientes pionera en el apoyo a personas y familiares con esta patología.

 

 

 

 

 

 

Fuente: Nota de Prensa