EMPIEZA SUAVE
No vayas en plan Torrente en tu primera cita. Para poder decir guarradas tendrás que ir poco a poco. Prueba con algo apasionado tipo: “Te sienta muy bien este vestido, pero te lo arrancaría delante de todo el mundo” y pégale un mordisquito en el cuello. Si se estremece, sube el nivel.
MÁS ALLÁ DE LA CAMA
Si quieres prolongar la excitación, emplea los wasaps subidos de tono. Las promesas y/o amenazas caldean el ambiente. Por ejemplo: “Hoy vas a gritar”. También funciona recordar lo que ha pasado: “No puedo olvidar la cara que ponías cuando…” o “aún te huelo”
AL PAN, PAN, Y AL VINO, VINO
Omite los eufemismos como su “ranura de la suerte”, su “pastelito” o su “almejita”. Suenan asquerosos. O infantiles. Y no ponen. Puedes decir cosas como “me encanta estar dentro
de ti”. Y también puedes llamar a las cosas por su nombre: “Te voy a comer el…”
DESPIERTA SU LADO OSCURO
Muchas chicas se cortan un poco a la hora de hablar sucio. Indúcela a hacerlo. Cuando esté muy excitada, por ejemplo, y estés a punto de hacerle algo que le guste, dile que quieres que te lo pida. Otra forma de ser procaz es proponerle que te dé órdenes.
Fuente: Men’sHealth