Desde el pasado 11 de junio, el principal indicador de la Bolsa de Valores de Caracas, IBC, goza de una tendencia alcista, generando ingresos constantes a los inversionistas y logrando, incluso, superar la depreciación de la moneda, lo que lo convirtió en el principal instrumento financiero capaz de luchar contra la hiperinflación que erosiona día a día el poder adquisitivo de los venezolanos.
El tipo de cambio, que se encontraba medianamente estable en los últimos meses, aumentó más de 96% en agosto. ¿Y la inflación? Según la firma Ecoanalítica, el alza en los productos se ubicó en 40,4%, muy parecido al índice de los meses previos. Pero el Indice de Valores de Caracas, IBC, se ubicó por encima de la inflación estimada y a la par con el valor de la divisa, alcanzando un incremento de 116%.
Que la Bolsa de Valores de Caracas haya visto notables aumentos en los últimos dos meses, no quiere decir que se encuentre sobrevalorada, ya que aún existen empresas por debajo de su valor promedio, lo que indica que en el corto plazo se pueden ver beneficiadas y los inversionistas pueden sacar provecho de ello.
En esta situación se encuentran empresas como Ron Santa Teresa, la cual en términos reales, se encuentra 30% por debajo de su valor, siendo una excelente oportunidad de inversión al estilo Warren Buffett: conseguir empresas sólidas, a precios de ganga. Al igual que la principal compañía ronera del país, se encuentran firmas como Fondo de Valores Inmobiliarios y Mercantil Servicios Financieros, cuya trayectoria en el país las hace muy atractivas al ojo de los inversionistas.
Por el contrario, compañías como INVACA, CANTV y Corporación Industrial de Energía, están muy por encima de su valor promedio desde principios de año, lo que permite inferir que algunos inversores apuestan a un cambio en el país en el corto o mediano plazo, y de alguna forma, quieren sacar beneficio de esta situación.
Por otro lado, el volumen transado diariamente en la BVC continúa siendo una preocupación para los inversionistas, ya que durante el mes, hubo jornadas en que la operatividad no superaba los 20.000 dólares, lo que evidencia que es un instrumento bastante reducido y que aún requiere del ingreso de nuevos empresarios. La parte positiva de esta circunstancia es que genera confianza en las personas que temen que el mercado de valores se preste para la legitimación de capitales y más específicamente, para el lavado de dinero.
Es importante advertir que la Bolsa de Caracas, al igual que los mercados de capitales en el mundo, no asegura rendimientos en el futuro, a pesar de que en el pasado los haya conseguido.
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