De entre todos los MMORPGs que podéis encontrar ahora mismo en el amplio mercado, Final Fantasy XIV es de los que se llevan un Sobresaliente en su nota final. Al menos, si la nota me toca ponerla a mí. Entre el mítico World of Warcraft y el increíble Guild Wars 2, la obra de Square Enix puede caminar con la cabeza bien alta. Está entre los mejores.

No siempre fue así, y no lo fue para el primer online de la compañía. Hay que decir que las actualizaciones han hecho mucho, así como que el juego no sería nada sin su expansión. Heavensward llegó en el mejor momento, demostrando que un MMO de Final Fantasy era una buena idea.

La expansión de Heavensward, que salía en el lejano verano de 2015, no sólo ampliaba el ya vasto mundo de Eorzea, sino que también nos traía monturas aladas y daba la bienvenida a los Au Ra, una raza con aspecto dracónico de lo más singular. Como resultado, parecíamos tener en nuestras manos todo un juego nuevo con demasiado que explorar. ¡Y eso mola!

No obstante, el ser humano es una criatura insaciable. Ya casi han pasado dos años desde la llegada de esa brillante expansión. Nos ha dado tiempo a subir muchos niveles, a explorar Eorzea de una punta a la otra, y a hacernos ochenta personajes diferentes. Bueno, al menos a mí. Así que algo dentro de nosotros se remueve con inquietud, y Square Enix lo sabe. Por eso ahora es el momento perfecto para introducir una nueva expansión.

Eso sí, la llegada de una expansión ha de suponer un antes y un después en el juego. Debe ser una razón para seguir jugando, una razón para empezar, y una razón para volver a jugar. Así, se cubren las necesidades de los tres tipos de jugadores: el veterano, el novato y el retirado. Es algo que World of Warcraft consiguió a la perfección con Legion, todo un ejemplo a seguir. Y, si bien el público del MMO de Blizzard no es el mismo que el de A Realm Reborn, parece que Square Enix ha entendido bien lo que tiene que hacer.

El próximo parche del juego marcará el final de Heavensward
 

La semana que viene tendremos algo que celebrar… creo. Y es que el próximo día 28 de marzo llegará una nueva actualización a Final Fantasy XIV: el parche 3.56. Con él diremos adiós a Heavensward, con el que sería su último capítulo, avanzando un poco en la historia principal. Supongo que a quienes le hayan cogido cariño se sentirán apenados, pero no os preocupéis, que no todo es despedirse con esta novedad.

Este parche no supone únicamente el fin de Heavensward (dicho así suena a fuego y destrucción, pero ya sabéis que no me refiero a eso, ¿verdad? Que, oye, sería divertido, pero no), sino que es, también, la forma perfecta de dar la bienvenida a Stormblood, la segunda expansión del juego. De hecho, con este nuevo parche, Square Enix ha asegurado que ya podremos disfrutar de las primeras pinceladas de dicha expansión.

Para Stormblood todavía tendremos que esperar un poco más. Al menos, hasta junio. Dos meses y pico pasan volando, sobre todo si los pasas jugando al contenido del parche 3.56, ¿no os parece? Eorzea y Heavensward tienen aún mucho que contarnos, antes de que estalle la tormenta

mundogamers

Por Confirmado : MariGonz