Un día como hoy pero de 1983 nació la polémica y legendaria cantante británica, Amy Winehouse quien dejó este mundo a los 27 años tras una larga lucha contra las adicciones y un amor tortuoso.
Amy Jade Winehouse era el nombre de pila de la cantante quien desde muy temprana edad sintió la inquietud de la música y al mismo tiempo la atracción a la misma. Fue en 2003 cuando su gran oportunidad llegó y lanzó su primer disco titulado, “Frank” sin embargo este primer CD no fue suficiente y en 2006, “Back to black” fue la punta de lanza de su estrellato.
En este álbum se podía escuchar a la perfección los matices mezclados del jazz y el soul, Amy sabía como combinarlos con su poderosa voz, su carrera ascendió rápidamente, el disco logró ser reconocido en el mundo entero y catalogado como el mejor del año.
Pero tras la gran consagración los problemas vinieron; trastornos alimenticios, adicción a las drogas, alcoholismo y una relación enfermiza, fueron apagando el brillo de Amy, su carrera dejó de interesarle, cantaba intoxicada en sus presentaciones y su pareja la explotaba económicamente.
Factores que terminaron por completo con Winehouse y el 23 de julio de 2013 ella abandonó el mundo de los vivos.
Existe un documental sobre su vida el cuál fue ganador del Oscar 2016. Si aún no lo has visto te presento cinco razones para hacerlo.
Cinco motivos para ver «Amy», el documental de Amy Winehouse
1. Porque es un recorrido preciso y ordenado (y también desgarrador) por la vida de la cantante británica que falleció en 2011. A través de Amy se puede ver el crecimiento y desarrollo personal y profesional de una figura que fue tan talentosa como mediática. Para conocer a Winehouse, difícilmente haya un mejor material biográfico que este.
2. Porque nos permite adentrarnos en el costado más sensible de esta artista a la que, a través de las pantallas, siempre vimos como «mala influencia». Winehouse fue una chica noble, de sentimientos puros, que le jugaron en su mayoría una pasada demasiado mala. Una chica normal, que disfrutaba de cantar pero que nunca buscó ser famosa.
3. Porque con Winehouse siempre como protagonista, el director Asif Kapadia logra que nos pongamos un poco, aunque sea mínimamente, en sus zapatos, y padezcamos el acecho de la prensa y el zumbido constante de los clicks de los fotógrafos. Es irritante.
4. Porque aunque no se plantee como una búsqueda de justicia ni mucho menos, Amy termina encontrando a los grandes responsables del trágico final de la cantante: su padre, su exmarido, la prensa. Antes de recurrir al recurso de la sobredosis y la drogadicción, hace falta entender cómo se movía su círculo y qué incidencia tuvo en ella.
5. Por su música. Porque más allá de que el documental está atravesado por el dolor, lo que sobresalen son las canciones. Sí, también son dolorosas; sí, le sirvieron para aliviarse y sacar hacia afuera sus sentimientos más íntimos y angustiantes. Pero reflejan su talento, ese por el que será recordada. Por el que la debemos recordar.
Su voz y talento seguirá en el recuerdo de sus admiradores y de quienes tuvieron la oportunidad de disfrutar de sus composiciones y privilegiada voz.
Por Confirmado: Gabriella Garcés
Con información de La Prensa
