El coordinador nacional del Frente Autónomo en Defensa del Empleo, el Salario y el Sindicato (Fadess), Rodrigo Penso, señaló que los trabajadores, “con o sin miedo” saldrán masivamente a participar en la “Toma de Caracas” este 1º de septiembre.

El sindicalista señaló que trabajadores de sectores públicos y privados, de zonas rurales o urbanas estarán presentes en la manifestación para exigir la realización del referéndum revocatorio.

Indicó que un año atrás exhortaron al gobierno a participar en un diálogo y reconstrucción nacional, cuando las condiciones económicas y sociales eran críticas pero había esperanzas de mejorar a través de la concertación.

Penso añadió que actualmente “caímos en el barranco” y solo es posible surgir con un cambio de modelo político y económico.

“La economía está en el suelo, el salario se diluyó y no alcanza ni para el desayuno de un trabajador. Los contratos colectivos están congelados en el sector público. Con esto, el ahorro de trabajadores desapareció, este gobierno obrerista se robo prestaciones sociales, los trabajadores no pueden comprar carro, vivienda o una nevera. Estamos a punto de perder miles de puestos de trabajo (…) Para cambiar realidad hay que salir del Gobierno, cambiar de política económica, fortalecer la producción nacional, un acuerdo entre empresa privada y sector público, recuperar economía agrícola e industrial y la industria petrolera”, expresó.

De igual forma, con las agresiones a los sindicalistas Eladio Mata y Pablo Zambrano en Caracas, por parte de antisociales que forman parte de la nómina del sector salud. Penso señaló que se trata del surgimiento del sicariato sindical que se extiende a otras áreas.

“Queremos alertar al presidente Maduro, Asamblea Nacional, Fiscalía General, Defensoría del Pueblo que se practica sicariato creciente en diversos sectores laborales, por gente que está en nomina del Estado”, aseveró.

Exhortó a Diosdado Cabello, al ministro de Defensa Vladimir Padrino López y a funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana a “recordar” que los crímenes de lesa humanidad no prescriben.

“Al que viola los Derechos Humanos al final lo que le toca es la cárcel como castigo”, resaltó.

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