A pesar del tono desalentador de la película que protagoniza Sandra Bullock en Netflix, millones usuarios que vieron «Bird Box: A ciegas» fueron recompensados con un final feliz, con una posibilidad de supervivencia para los personajes centrales. Sin embargo, el final original de esta historia es totalmente diferente.

Tras muchos problemas y terrores, Malorie, el personaje de Sandra Bullock, llega con sus hijos al final del río en el desenlace de la película, superando a las criaturas y a sus acólitos en el bosque, y consigue una enorme casa al filo de los árboles, una casa que le fue prometida como un refugio.

A pesar de no conocer este lugar, Malorie y los niños entran a la construcción y se sorprenden al saber que se trata de una vieja escuela para ciegos, habitada por una próspera comunidad donde incluso reside una vieja conocida, y a salvo de los monstruos, Malorie y sus hijos por fin pueden tener una oportunidad de vivir protegidos.

El inconveniente surge puesto que en el libro «Bird Box» escrito por Josh Malerman, pero en el material original de la novela, Malorie no tiene exactamente un final feliz.

En la obra, Malerie sí llega a su destino pero en lugar de una escuela llena de gente alegre, tropieza con personas que tomaron una decisión ante la llegada del fin del mundo: cegarse por sí mismos para evitar el suicidio que causa ver a los monstruos.

Al final del libro de Malerman, los sobrevivientes se dan cuenta que la única forma de salvarse de los monstruos en arrebatarse la vista y a Malorie no le queda más que asumir si sigue el mismo camino.

GV