La figura de la virgen surgió de la niebla, vestida con haces de luz que le manaban de las manos para trasmitir su mensaje de fe y reconciliación. Desde entonces los feligreses acuden cada año, a aquel que se convirtió en un lugar de peregrinación desde 1984.
Este 22 de abril se realizará la celebración del aniversario tuvo que posponerse al coincidir con el inicio de la Semana Santa.
Este domingo 22 de abril, se espera la acostumbrada afluencia de fieles, que acuden para integrarse con fervor a las distintas actividades religiosas: “la Hora Santa”, presidida por el padre Jhonfren Camacho rector del santuario, seguida de un rosario rezado ante la imagen original de la virgen, y la celebración de una misa.
Las Apariciones
María Esperanza Medrano de Bianchini, mística venezolana y una de las propietarias de la finca fue la primera que afirmó haber visto a la Virgen, quien se presentó ante ella, en la ladera de una colina sobre la que desciende un manantial y le dijo:
_ Hija mía, te he dado mi corazón. Te lo doy y te lo daré siempre. Yo soy tu refugio, la madre reconciliadora de los pueblos.
María Esperanza tenía 12 años cuando la virgen se le presentó por primera vez
Aunque Medrano de Bianchini fue la única que presenció la aparición en 1976, unas 80 personas que se encontraban en el terreno percibieron fenómenos luminosos con respecto a la intensidad y posición del sol. Las apariciones continuaron a lo largo de ese año desde mayo hasta agosto, cuando la virgen solicitó que se colocara una cruz sobre esos terrenos.
El padre Antonio Larocca, explica en su estudio sobre las apariciones de Betania. que a partir de los primeros avistamientos, comenzó un amplio movimiento alrededor de la finca encabezado por un pequeño grupo de fieles.
“En pequeños grupos acudían allí, sobretodo los fines de semana o en fiestas litúrgicas marianas, para hacer oración y reflexionar. El entonces Obispo de la diócesis, Monseñor Juan José Bernal, permitió que se celebraran allí algunos actos litúrgicos. El mismo administró sacramentos”, destacó.
La devoción crecía y el caso llamó la atención de la iglesia. El 25 de marzo de 1984, unas 150 personas se reunieron en la finca para la celebración de una misa “campal” finalizado el acto litúrgico la Virgen volvió aparecer revelándose ante todos los presentes.
Durante esa tarde llegaron a registrarse 7 apariciones seguidas en intervalos de cinco a diez minutos aproximadamente, ante esos hechos se realizó una profunda investigación eclesial que consiguió la aprobación del Obispo: Pío Bello Ricardo.
“No intento afirmar que todas y cada una de las apariciones acaecidas en Finca Betania sean auténticamente tales…ha habido casos de simple alucinación”, afirmó el sacerdote.
El venezolano es por naturaleza creyente, y dada la dinámica sincrética que persiste en nuestra cultura es usual que los fenómenos religiosos transiten por la misma senda de lo sobrenatural y pagano.
“Fenómenos como el de las imágenes que presuntamente manan aceite, sangre o lágrimas, así como la aparición de escarchas en objetos o personas, deben ser tratados con discernimiento y cautela”, advertía la Conferencia episcopal en la Carta de clausura del año jubilar de la aparición y de la coronación canónica de Nuestra Señora de Coromoto del 11 de septiembre del 2003.
Creyentes agradecen los favores recibidos
A pesar de algunos interrogantes alrededor de la identidad de la advocación y sus semejanzas con la virgen de Lourdes, las apariciones de Betania lograron el aval de la la iglesia católica y la gratitud de los fieles habla por si sola.