¿Eres sumisa?
noviembre 7, 2017 6:31 pm

Con todo el revuelo que ha despertado el estreno de Cincuenta Sombras de Grey se ha despertado mucha curiosidad entorno a los juegos de roles en la intimidad. De estos roles el más comentado ha sido la sumisión, lo cual ha llevado a muchas mujeres a interrogarse si se atreverían, de veras, a interpretar con sus parejas el rol de Anastasia Steel. Muchos son los mitos que hay en torno a la sumisión y por esta razón hemos conversado con la sexóloga Michela Guarente para que nos ayude a resolver todas tus dudas. Y tú: ¿eres sumisa? ¡descúbrelo!

¿Qué es la sumisión?

El cuarto rojo, látigos, esposas, vendas, seda… muchos de estos accesorios te pueden sonar conocidos y quizá creas que son la base de esta técnica. Sin embargo, la sumisión no se trata de juguetes, sino de actitud, de una postura durante la relación sexual.

 

La sexóloga Michela Guarente aclara: “la sumisión forma parte de un juego de roles entre dos personas: una sumisa y otra dominante. El rol de la persona sumisa consiste en acceder a las solicitudes del dominante de manera complaciente, pues le excita obedecer y dejarse llevar”.

 

 

Ambos roles son utilizados para practicar técnicas como el sadomasoquismo y el bondage, y ahí es donde entran en juego las fustas, esposas, vendas y cadenas. No obstante la experta resalta que antes de asumir estos roles es necesario que exista una conversación previa con la pareja donde se entienda el tipo de cosas que harán y en la cual establezca un código de seguridad para definir cuándo deben parar.

¿Todas las mujeres pueden ser sumisas?

Michela asegura que todas pueden serlo si así desean, por lo tanto no es una obligación ni una manera de complacer a tu pareja, se trata de interpretar este rol porque te produce placer y una excitación distinta a la que hayas experimentado hasta ahora.

 

 

“No hay un guión, así que la práctica (bajo consentimiento) permitirá entender cómo cada mujer se siente a gusto.  Tampoco es la única forma de obtener placer, aunque es muy común fantasear con ello. La popularidad de Cincuenta sombras de Grey le ha dado una relevancia excesiva. La literatura erótica y ahora la película ayudan, son recursos que pueden usarse en la intimidad, pero también hay otras formas de Ampliar el repertorio”, comenta la especialista.

Iniciación a la sumisión

Lo primero es estar muy informada sobre qué prácticas incluyen este rol y cuáles estarías dispuesta a probar y cuáles no. La sexóloga en este punto recomienda ir de menos a más: “privar el sentido de la vista, estar atada, cumplir órdenes del otro. Luego es conveniente el acuerdo con la pareja. La chica puede dejarse llevar con literatura que resulte descriptiva e inspire, sin ánimo obsesivo de repetir todo. Igual puede mirarse material sexual explícito que alimente el repertorio en la intimidad”.

 

 

Al entender que el rol de la sumisa es obedecer y cumplir órdenes nos nace la curiosidad por saber si el sexo siempre es similar para esta parte del juego. La especialista aclara que no, que este aspecto dependerá en gran parte de la complicidad y la sincronización con la pareja y resalta nuevamente que es necesario que se respeten los límites y se realice en un lugar cómodo para ambos.

 

 

Asimismo, ahondamos un poco en el proceso de excitación durante los juegos de roles para conocer que lo que estimula a cada quien es una valoración personal, razón por la que la especialista hace mucho énfasis en que si existe la disposición a participar en estos juegos “hay que estar consientes que en el plano de la fantasía todo puede resultar estupendo,  controlable y lleno de orgasmos, mas la realidad no siempre se le parece”.

 

 

Por último es necesario resaltar que la mujer no tiene que ser sumisa y representar este rol. Si quieres realizarlo, la experta aconseja tomar en cuenta que forma parte de un juego de adultos. “La sumisión y el dolor no son las únicas maneras de tener intimidad y de disfrutar con la pareja, cuando así se convierte, olvidando la negociación e irrespetando los acuerdos,  hablamos de violencia”, concluye.

 

Eme de Mujer