Tras la espera del nacimiento de un hijo y con la motivación que da la alegría por venir, parturientas de la zona oeste del estado Anzoátegui se encomiendan a Dios cuando se acerca la hora del alumbramiento, pues los hospitales y ambulatorios locales no están del todo equipados para partos ni cesáreas.
Aun cuando planifiquen su parto, si optan por pagar por un servicio privado de salud, a ellas les toca desplazarse a centros de salud de municipios vecinos e, incluso, a otros estados.
De allí que, en las jurisdicciones de Píritu, Peñalver, Cajigal y Bruzual, muchos alumbramientos no se dan en recintos asistenciales locales sino que, por el contrario, los bebés vienen al mundo en tierras distintas a las de sus padres.
La joven primeriza de 20 años de edad de nombre Yajaira Martínez León, habitante del municipio Cajigal, es un ejemplo. “Tuve control prenatal con un médico particular, pero no tenía el dinero para pagar un parto o cesárea en una clínica. Cuando se me presentaron los dolores, fui al dispensario de Onoto, que está cerca de mi casa, y me remitieron al hospital de Zaraza por ser primeriza”.
Martínez, como otras parturientas de los municipios Cajigal y Bruzual, debe buscar opciones fuera de sus parroquias, incluso fuera de Anzoátegui, porque en los hospitales de estos municipios, por lo general, no atienden partos de primagestas, a menos que ingresen con avanzado proceso de dilatación.
En los casos de Onoto y San Pablo (Cajigal), cuya población es de unos 14 mil habitantes, cuentan con un ambulatorio rural tipo II. Según habitantes de la zona, en ese dispensario comenzaron hace año y medio a atender partos naturales a mujeres no primerizas.
En este ambulatorio hay dos camas en sala de partos, ninguna incubadora y pocos insumos y equipos para atender a las parturientas. Tampoco hay equipos para alumbramientos prematuros.
Pese estos datos suministrados por fuentes que pidieron a El Tiempo no identificarlas, habitantes de esa zona dijeron lo contrario. El vecino Jaime Guzmán aseguró que “no hay sala de parto en el dispensario”. Agregó que las mujeres son remitidas al hospital William Lara (Zaraza) o al de Píritu y cuando son emergencias mayores, las envían al universitario Luis Razetti de Barcelona.
Al respecto, Joel Leiva Fajardo, director de Salud de la Alcaldía de Cajigal, dijo que sólo atienden a embarazadas con trabajo de parto adelantado y multíparas. El resto, sin excepción, se remite a centros de salud foráneos.
En cuanto a controles prenatales, explicó que sí se presta este apoyo y lo hacen médicos del ambulatorio.
Los remiten al Razetti
En el hospital tipo 1 doctor Antonio José Rondón Lugo, de Clarines, tampoco se atiende a primerizas, a menos que lleguen con trabajo departo adelantado (con dilatación). En este tipo de casos, se le ayuda a parir allí porque es más riesgoso remitir a la paciente a otro nosocomio.
“Aquí en Clarines, aún esperamos que se termine el quirófano. No hay especialistas de manera permanente y las dos incubadoras que tenemos están dañadas”, dijo una trabajadora del recinto.
Indicó que en la sala de pediatría hay cuatro camas y si la emergencia del hospital colapsa, al menos una es usada para atender a adultos..
“Aquí se trabaja por amor a la profesión y en muchos casos, pese a lo avanzado de la tecnología, aplicamos la medicina tradicional”, agregó la funcionaria.
En Clarines se manejan entre uno y tres casos de partos normales a la semana y el resto es remitido al hospital Razetti de Barcelona.
Marianela Guariguata
El Tiempo