El tango de Cristina K
septiembre 21, 2018 6:56 am

Lo más probable es que la expresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner no vaya a la cárcel por corrupción –al menos por ahora–, a pesar de que el juez Claudio Bonadio pidió para ella prisión preventiva. Para encerrarla, tendrían que levantarle la inmunidad de la que goza por ser congresista, y para esto es necesario un pedido de desafuero al Senado, que requeriría una votación de dos tercios. El asunto es que allí la mayoría es peronista.

 

 

 

Y también es muy posible que Cristina K se presente como candidata presidencial en los comicios del 2019, en un contexto de clara agitación social por los problemas económicos que hay en el país, la caída de la popularidad del gobierno de Mauricio Macri, el desborde de la inflación y el pedido de ayuda al FMI, que en Argentina es como rogarle favores al diablo.

 

 

 

Por eso, lo que se está jugando allí es de suma importancia para el futuro de la nación, que día a día ve renacer fantasmas que se creían superados en lo económico, pero que también se plantea serios dilemas sobre la solidez de sus instituciones y su democracia, tan permeada por la corrupción.

 

 

 

Porque lo de Cristina K no es solo un proceso, sino seis, de los cuales el más grave es quizás el de los «cuadernos de la corrupción», un sencillo esquema de sobornos para adjudicación de obras públicas, detallado por las anotaciones del chofer del funcionario que hacía las entregas, muchas de las cuales terminaban en propiedades del expresidente Néstor y su esposa.

 

 

 

La revelación, fruto de una investigación periodística del diario La Nación, desembocó en el arresto de más de 20 exfuncionarios y empresarios, pero no el de la expresidenta, que asiste juiciosamente a las citaciones judiciales pero se limita a presentar un escrito y no responde los interrogatorios.

 

 

 

Y, como en Latinoamérica todo puede pasar, este no será él último tango; quizás en un año estemos, como en el caso de Lula da Silva en Brasil, ante una candidata líder, pero con gravísimas causas judiciales abiertas que la mantendrán al filo de la prisión.

 

 

 

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