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El supertifón Mangkhut golpea las costas del sur de China

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El supertifón Mangkhut golpea las costas del sur de China

El sur de China sufre la embestida del supertifón Mangkhut responsable de la muerte de al menos 59 personas a su paso por Filipinas. Alrededor de 20.000 hogares se quedan sin electricidad en Hong Kong.

 

 

 

El tifón Mangkhut ha azotado el norte de Filipinas, incluida su capital, Manila. NOEL CELIS (AFP) / ATLAS

 

 

 

 

Al menos 25 personas han muerto a causa del tifón Mangkhut a su paso por Filipinas. El huracán, ya algo más debilitado, ha atravesado el norte de la isla de Luzón, la mayor y más poblada del país, con vientos de 185 kilómetros por hora y rachas que han superado los 300 por hora. Extensas inundaciones, cortes de electricidad, carreteras bloqueadas y edificios dañados eran algunos de los efectos más evidentes del ciclón más potente en lo que va de año.

 

 

 

Entre las víctimas se encuentran dos trabajadores mientras intentaban el rescate de varias personas atrapadas en un corrimiento de tierras en la región de Cordillera, según informó el director de la agencia de desastres naturales filipina, Ricardo Jalad, informa Reuters. La Policía también ha hecho público el hallazgo de un cadáver en un río de la capital, Manila.

 

 

 

A primeras horas de la mañana, más de 126.000 se encontraban directamente afectados por el tifón, según la Secretaría de Seguridad Social en Manila. 13.000 familias se encontraban refugiadas en 724 centros de evacuación.

 

 

 

En una rueda de prensa anterior a que se conociera los dos fallecimientos, el portavoz presidencial, Harry Roque, se precavió ante la posibilidad de que hubiera víctimas: “no tenemos aún una imagen completa”, dijo, dado que el paso del tifón aún continúa. Algunas áreas se encuentran incomunicadas después de que el huracán haya derribado postes de electricidad y bloqueado vías de transporte.

 

 

La agencia meteorológica filipina, Pagasa, calcula que el temporal, que se desplaza a una velocidad de unos 25 kilómetros por hora, abandonará su área de responsabilidad a primeras horas de la noche. El supertifón, con un diámetro de 900 kilómetros y cuyos vientos son ahora de 170 km/hora, se dirige hacia el sur de Hong Kong y Macao.

 

 

Filipinas ha levantado ya la alerta de nivel 4 (de un máximo de 5) que había emitido para áreas del norte de Luzón, aunque mantiene el nivel 3 en las provincias de Cagayán, Ilocos Norte y Sur y Batanes, entre otras. Según Pagasa, aún son posibles subidas de seis metros del nivel del agua en Ilocos Norte, debido a la tormenta, y de dos metros en otras zonas.

 

 

 

El tifón, apodado Ompong en Filipinas, tocó tierra a primera hora de la madrugada este sábado en la ciudad costera de Baggao, en la provincia de Cagayán. Allí dañó el aeropuerto de Tuguegarao y barrió el tejado del capitolio provincial, según la página de noticias rappler.com.

 

 

 

En un país que aún arrastra las cicatrices del tifón Haiyan, que en 2013 dejó a su paso 6.300 muertos y cinco millones de desplazados, los preparativos habían sido frenéticos en las horas previas a la llegada de Mangkhut. Las clases habían quedado suspendidas, los organismos oficiales cerraron el viernes antes de su hora habitual, y los servicios de urgencia se encontraban en estado de alerta. Numerosos vuelos se habían suspendido, así como los servicios de transporte marinos en el norte del país.

 

 

El norte de Filipinas es donde se concentra la mayor producción de arroz y de maíz del país. Dos alimentos básicos que han visto dispararse sus precios, tras un año en el que el archipiélago se ha visto ya azotado por una quincena de tifones. El huracán llega al comienzo de la temporada de cosecha y las autoridades calculan que, de cumplirse el peor de los pronósticos, Mangkhut podría echar a perder 157.000 toneladas de arroz y 207.000 de maíz.

 

 

La llegada de Mangkhut había despertado ecos de lo que fue el paso de Haiyan hace cinco años. Pero hay diferencias. Aquel vendaval atravesó el centro de Filipinas, su zona más poblada, mientras que el nuevo tifón ha pasado por una zona con menor densidad de habitantes. Manila también ha tomado nota de los errores de entonces. Los refugios están construidos en zonas más elevadas y se ha repartido comida y agua en las zonas potencialmente afectadas, por si los accesos quedaran cortados durante días.

 

 

 

El Sistema Global de la ONU para la Alerta y Coordinación de Desastres calcula que, en total, el paso de Mangkhut por el sureste de Asia puede afectar a unos 43,4 millones de personas.

 

 

 

En Hong Kong, donde se calcula que comenzarán a sentirse los vientos del tifón esta medianoche, el gobierno autónomo ha preparado ya 48 refugios, mientras que los residentes en las islas más expuestas han recibido instrucciones de extremar la cautela. En el centro financiero, la recomendación es evitar salir a la calle y acercarse a las ventanas.

«La casa no ha parado de moverse desde las ocho de la mañana y estoy muy mareada”, relata a EL PAÍS desde su domicilio Cristina Moroño, una española afincada en Hong Kong desde hace tres años. Los primeros en recibir el golpe fueron los habitantes del norte de la isla filipina de Luzón, donde Mangkhut dejó un rastro de destrucción por una zona mayoritariamente agrícola y causó inundaciones y corrimientos de tierra que anegaron las cosechas. Al menos 59 personas perdieron la vida y más de 150.000 tuvieron que abandonar sus hogares en una región de unos cinco millones de habitantes.

 

 

 

Por el momento no se han reportado víctimas mortales por el paso del Mangkhut por Hong Kong, aunque sí heridas a 111 personas. Pasada la medianoche del sábado, las autoridades de la ciudad han elevado a su nivel máximo la alerta por el paso del tifón. El Gobierno ha suspendido las clases para mañana en guarderías y colegios para no entorpecer y agilizar las labores de limpieza en una ciudad que, pese a estar preparada para este tipo de tormentas, quedó repleta de destrozos de todo tipo. Alrededor de un millar de vuelos fueron cancelados o sufrieron retrasos afectando a cerca de 100.000 pasajeros. Las calles de una de las ciudades con mayor densidad de población del planeta quedaron casi desiertas. Suspendidos los servicios de metro ligero y autobuses, el único medio de transporte que funcionó con más o menos normalidad fue el metro, aunque con muy poca frecuencia.

 

 

El nivel del mar subió más de tres metros dejando peces en el asfalto, mientras se alcanzaban vientos máximos sostenidos de 180 kilómetros por hora y ráfagas máximas de 242 kilómetros por hora. En Macao, donde por primera vez en su historia han cerrados sus 42 casinos, las autoridades informan de que 15 personas habían resultado heridas y las carreteras principales cercanas al puerto interior de la ciudad habían quedado inundadas. Las autoridades confirman que 20.000 hogares se han quedado sin electricidad y que las graves inundaciones obligan a 1.186 ciudadanos a huir a refugios de emergencia, unos datos que pese a su gravedad se alejaban de las ocho muertes que el año pasado dejó el tifón Hato a su paso por Macao.

 

 

 

La tormenta sigue ayer su avance desde la costa sur china hacia el interior del país, empezando por Jiangmen, en la provincia china de Guangdong, donde las autoridades ordenaron la evacuación de 2,37 millones de personas y el regreso de los pesqueros a puerto. Los medios chinos informaron de que se habían abierto más de 1.500 refugios temporales en las ciudades de Guangzhou y Shenzhen para albergar a más de 51.000 personas.

 

 

EL PAÍS

VICTORIA PASCUAL

 

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