El régimen está asustado
agosto 11, 2020 6:38 am



 
 
Tener miedo puede dar origen a reacciones insospechadas. Uno no sabe bien qué puede hacer. Nada prepara para ello.

 

 

Cuando ayer se divulgó la extensa carta que Alex Saab le escribió al primer ministro de Cabo Verde, Ulisses Correia, fue fácil darse cuenta de que el testaferro de Nicolás Maduro está asustado. O quizás no es él sino el régimen. Y la misiva, firmada por Saab, más bien debería llevar la rúbrica de Maduro.

 

 

Saab le suplica a Correia. Señala que se le negó su derecho a una legítima defensa. “Simplemente pido justicia”, ruega.

 

 

Su grito recuerda el de miles de presos políticos en Venezuela, muchos aún tras las rejas, olvidados del régimen. Sabemos que los reclamos ni siquiera se parecen. Uno nace desde las esferas del poder, del dinero mal habido, de las relaciones turbias. Los otros, surgen del dolor, de las vejaciones consuetudinarias, de la lucha por la libertad.

 

 

La parte final de la carta toma otro cariz. Invita al primer ministro a aliarse con el régimen, a hacerse parte de sus tropelías: “Venezuela siempre lo tratará con mayor respeto y le presentará más oportunidades que Estados Unidos”.

 

 

La propuesta termina ya con una clara oferta: “Como enviado especial de mi país puede ayudar a Cabo Verde más de lo que Estados Unidos lo hará en 100 años?”.

 

 

El presidente de Colombia, Iván Duque, en unas declaraciones dadas ayer mismo, aclaró sin muchos ambages lo que pasa, por qué el miedo carcome los cimientos del régimen: “La extradición de Saab es necesaria y es fundamental para que se puedan desnudar todos los vínculos oscuros de la dictadura de Venezuela con el narcotráfico, con el lavado de activos y con una red criminal muy grande”.

 

 

Ahí el meollo. Por eso Saab le pidió cacao al primer ministro de Cabo Verde. ¿O fue Maduro? Para el caso es lo mismo.

 

Editorial de El Nacional