La llegada de Internet a nuestras vidas ha cambiado la forma en la que interactuamos con el mundo que nos rodea y ya son pocos los que no cuentan con un dispositivo con el que poder conectarse a la Red. En la actualidad, casi todo tiene una versión en línea que nos permite hacer cosas que eran impensables hace tan solo unos años.

Internet se ha convertido en una herramienta de gran ayuda para llevar a cabo las tareas de nuestra vida cotidiana. Gracias a los avances de la tecnología, hoy en día podemos hacer la compra online, chatear con amigos al otro lado del planeta, ver canales de televisión internacionales, pagar la luz y el agua e incluso jugar online sin tener que sacar el traje y la corbata del armario. Sin embargo, Internet puede convertirse en un arma de doble filo para los más vulnerables.

Un estudio realizado por Kaspersky Lab, compañía líder en ciberseguridad, ha mostrado la preocupación de los padres ante la gran cantidad de horas que pasan sus hijos navegando por la Red. Uno de cada diez progenitores llegó a afirmar que sus hijos son adictos a Internet y temen que estos puedan tener acceso a contenidos inadecuados o interactuar con desconocidos. Más de la mitad de los encuestados percibieron un aumento de las amenazas online en el último año. Según los informes, alrededor de un 47% de menores recibieron algún tipo de amenaza en la Red. Como consecuencia, el 33% de los padres confesó haber limitado el acceso de sus hijos a la web.

Los médicos alertan sobre el peligro de estos comportamientos adictivos y establecen una serie de pautas para frenar la ciberadicción. Distintas investigaciones aseguran que una de las principales consecuencias de la dependencia a Internet es el aislamiento social, que puede derivar en la pérdida de amistades, conflictos familiares  e incluso problemas de salud. Para prevenir estos síntomas, los expertos recomiendan que los padres mantengan un cierto control sobre el número de horas que pasan sus hijos en la web. Además, aconsejan realizar más actividades al aire libre, restringir el uso de aparatos tecnológicos durante las comidas y evitar que sus hijos se vayan a dormir con el móvil.

Determinados países no reconocen la adicción a Internet como una enfermedad. Sin embargo, otros han abierto clínicas para frenar estas conductas adictivas. China ha sido el primer país en abrir varios centros de rehabilitación para tratar este trastorno adictivo. Tras observar el éxito de estas clínicas, Estados Unidos y Europa han decidido seguir los pasos de China. Reino Unido ha sido el primer país europeo en abrir un centro para tratar la adicción a Internet en la ciudad de Londres.

Para evitar llegar a estos límites, es importante seguir los consejos que ofrecen los expertos y ser conscientes del tiempo que pasamos en línea. Lo que no cabe duda es que Internet ha abierto paso a una nueva era y se ha convertido en una herramienta de uso cotidiano que trae consigo muchas ventajas y mejora nuestra calidad de vida.

Imagen:  cortesía El rincón del saltamonte