logo azul

El caso El Aissami

Categorías

Opiniones

El caso El Aissami


 

 El Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos ha ordenado la captura del ciudadano venezolano Tareck el Aissami, quien actualmente ejerce el cargo de ministro de Industria y Producción en el régimen de Nicolás Maduro. Como se trata de un personaje notorio de la cúpula chavista desde los inicios de la “revolución”, de un líder del PSUV y de un funcionario célebre, su caso ocupa la atención de la sociedad.

 

 

 

A través de un documento oficial, el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos advierte que se trata de un “narcotraficante especialmente designado”, es decir, de un sujeto cuyos pasos se deben seguir en términos perentorios hasta meterlo en la cárcel. Llega a tal determinación, según declaraciones de su jefe, después de una investigación meticulosa y prosiguiendo una historia de drásticas medidas que data de 2007.

 

 

En efecto, de tal fecha proviene el comienzo de las sanciones contra El Aissami, que consistieron en el bloqueo de sus activos y en el estudio exhaustivo de sus movimientos bancarios. La búqueda se ha intensificado porque, según los servicios aduanales de inteligencia, no solo se ha comprobado su participación en el mercado internacional de estupefacientes, sino también su connivencia con la organización terrorista Hezbolá, cuyos tentáculos se extienden hacia el mundo occidental desde el Medio Oriente.

 

 

El Aissami no solo pregona su inocencia. Levanta la voz para acusar a los yanquis de perfidia  y se considera como víctima de una ”agresión infame”. Él solo es un patriota comprometido con el socialismo del siglo XXI, pregona, y “un fiel hijo de Bolívar”. Afirma que por eso lo ataca el macabro imperialismo, pero que cuenta con una “fuerza moral” que permitirá la demostración de su inocencia. Son los argumentos que ha manejado para defenderse, por ahora.

 

 

Para su desdicha, el parentesco con la familia del Libertador no lo sacará del atolladero, y sobre la “fuerza moral” que lo escuda pudieran saltar las dudas en un teatro plagado de ellas. Necesitará, por lo tanto, otro tipo de evidencias cuya aparición deseamos desde aquí para no jugar posición adelantada.

 

 

Editorial de El Nacional

Comparte esta noticia:

Contáctanos

Envíe sus comentarios, informaciones, preguntas, dudas y síguenos en nuestras redes sociales

Publicidad

Si desea obtener información acerca de
cómo publicar con nosotros puedes Escríbirnos

Nuestro Boletín de noticias

Suscríbase a nuestro boletín y le enviaremos por correo electrónico las últimas publicaciones.