La economía venezolana se contrajo en 19.9 por ciento durante el primer trimestre del año, golpeada por la gradual paralización de la industria petrolera, las repercusiones en la cesación del pago de deuda y del colapso de la infraestructura eléctrica, reportó esta semana la firma de asesores Econométrica.

Además, los expertos temen que el Producto Interno Bruto del país continúe perdiendo tamaño en lo que resta del año, en la medida que las sanciones aplicadas por Estados Unidos a la industria petrolera venezolana comiencen a surtir efecto.

“La cifra del primer trimestre de 2019 es explicada por el descenso de la producción petrolera, un menor número de taladros activos y la contracción de las ventas gravadas. Además, la caída de las importaciones y la cesación de pagos de deuda externa han contribuido con este resultado”, explicó el informe.

La economía venezolana padece la peor crisis de su historia, contrayéndose de un año al otro y a lo largo de los últimos cuatro años.

“La caída acumulada de la actividad económica desde 2013 es de 49.2 por ciento”, explicó el informe. “Actualmente la economía cuenta con un menor producto (PIB) del que tenía durante el paro petrolero de 2002-2003”.

La contracción del primer trimestre de 2019 supera la caída de 15.7 por ciento registrada durante el mismo período de 2018, pero es ligeramente inferior a la producida durante el tercer trimestre del 2016, período que con una contracción de 21.5 por ciento se mantiene como el de la mayor caída económica.

Nicolás Maduro, quien asumió la presidencia en el 2013 con una economía que mostraba grandes desequilibrios pero era mucho más estable, se rehúso a escuchar a sus asesores del Banco Central, quienes en su momento le advirtieron que la economía iba en rumbo de implosionar salvo que aplicara los correctivos necesarios.

Esos correctivos involucraban abandonar el estricto control cambiario y recortar el uso de dinero inorgánico para financiar el creciente déficit fiscal, que alimentaba la inflación y la entonces incipiente escasez de alimentos y otros productos básicos.

Pero en vez de aplicar los correctivos, Maduro aplicó medidas recetadas por el régimen de La Habana para incrementar los controles del régimen sobre la economía, catapultando la escasez y empujando el país hacia la hiperinflación y el colapso económico.

Venezuela cerró el 2018 con una inflación de dos millones por ciento, y economistas temen que la tasa se multiplique por cinco para finales del presente año.

El inicio del 2019 estuvo marcado por la incertidumbre política, las sanciones económicas aplicadas por Estados Unidos y la profundización de la contracción de la actividad económica del país, dijo el informe.

El régimen de Maduro intentó aplicar algunos correctivos para tratar de contener la inflación, pero éstos demostraron ser “insuficientes para la estabilización de la economía”.

Pero el mayor impacto nocivo sobre los resultados del primer trimestre fue ejercido por la acelerada caída en la producción petrolera del país, que según datos de la OPEP cayó en más de un tercio.

Adicionalmente, el colapso de la producción petrolera en Venezuela durante marzo de 2019 se acentuó como consecuencia de los dos apagones eléctricos registrados entre el 7 y 12 de marzo y del 25 al 31 de marzo, dijo el informe de los asesores económicos.

“En este sentido, la producción en marzo ha caído en 33% respecto al mes anterior, [y] todo parece indicar que el declive en la producción continuará en los próximos meses. El país no cuenta con los recursos para poder reactivar la industria, ni el marco legal e institucional son conducentes a atraer capital trasnacional”.

Desglosado por sectores, el mayor deterioro lo registró el sector de importaciones, que registró una caída de 28 por ciento durante el trimestre. La formación bruta de capital fijo se contrajo a una tasa levemente inferior a la del trimestre anterior, ubicándose en 16 por ciento.

Las exportaciones, entre tanto, presentaron una caída de 18.7 por ciento, mientras que el consumo privado registró una disminución de 16.6 por ciento, atribuida al deterioro del salario real en los últimos meses.

El consumo público fue el componente con menor caída, ubicándose en 10.6 por ciento.

Econométrica advirtió que el panorama luce poco alentador para los próximos trimestres del año dado a que las sanciones a la petrolera estatal PDVSA, que apenas entraron en vigencia el 28 de abril, limitará de forma significativa los ingresos en divisas del régimen, así como el suministro de gasolina, insumos y diluyentes al país.

Adicionalmente, las sanciones anunciadas el 17 de abril contra el Banco Central de Venezuela (BCV) complica el pago de ciertas transacciones y la liquidación de compras de petróleo.

El Nuevo Herald