Dos semanas con el iPad mini: lo mejor y lo peor
mayo 16, 2019 7:21 pm

El nuevo modelo de la tableta más pequeña de Apple se renueva por dentro pero no por fuera, donde presenta un diseño algo obsoleto pero donde más gana terreno es gracias a su compatibilidad con el lápiz Apple Pencil

 

 

Un caramelito de sabor tradicional. El nuevo iPad mini es como esa chuchería que pese a ser consciente que hay otras que están más de moda sabes que te va a gustar. La diferencia es que, esta vez, se le ha añadido un nuevo sabor. Por fuera es igual, pero todos los ingredientes son distintos. Hacía varios años (en concreto, desde el 2015, así que saquen cuentas) que Apple no renovaba esta categoría. Es más, parecía que nunca se iba a producir. Contra todo pronóstico, ha llegado. Y sus novedades, sin embargo, no entran por los ojos.

 

 

El enfoque del dispositivo está muy definido para convertirse en una herramienta de trabajo potente. Un bloc de notas digital que gana peso como elemento para el día a día, tanto para diseñadores, arquitectos, profesores, profesionales del periodismo o marketing pero, también, como un utensilio al que acudir para consumir contenidos audiovisuales y, por supuesto, leer información.

 

 

Y esta última categoría tiene miga; la compañía viene de anunciar sus nuevos servicios de suscripción de contenidos informativos y de televisión, con lo que este formato se adapta perfectamente a esta visión. Como herramienta de trabajo es excepcional. Porque resulta cómodo, práctico y útil, aunque es cierto que para tareas más exigentes y que requieren de una gran superficie queda relegado a un segundo plano.

Ficha técnica

 

Pantalla
7.9 pulgadas

Resolución
2.048 x 1.536 p.

Chip
A12 Bionic

Memoria
64/256GB

Cámara
Trasera de 8 MP (apertura F2.4) y frontal de 7 MP (apertura F2.2)

Memoria
64/256GB

Dimensiones
203,2 x 134,8 x 6,1 mm

Peso
300 gramos

SO
iOS 12

Precio
Desde 449 euros

 

En los últimos años la tendencia en telefonía ha sido evidente; para lograr agrandar las pantallas a los fabricantes se les ha ocurrido reducir a la mínima expresión los marcos. Con esta solución se han conseguido móviles de 6 pulgadas (por ejemplo) que se manejan bien con una mano. El punto que ha llegado la firma de la manzana es, por un lado, suplir esta necesidad de espacio, ofrecer algo distinto pero, sin embargo, no se ha podido beneficiar de esa visión: el diseño del nuevo iPad mini es obsoleto. Es igual que el anterior modelo.

 

 

Pero, sin embargo, quedaba algo que resolver como compañero de fatigas en el trabajo. Se ha resuelto con un detalle importante que lo cambia todo, la compatibilidad con el lápiz óptico Apple Pencil. Con este objeto, cuyo resultado es impecable y no difiere mucho de sus capacidades en un iPad Pro, el modelo de tableta más potente de su catálogo, los usuarios pueden diseñar, bosquejar y, sobre todo, tomar notas fácilmente. Se echa de menos, claro está, algo más de superficie pero las 7.9 pulgadas de su pantalla dan bastante juego. El equipo, además, es muy liviano; pesa únicamente 300 gramos. Se maneja muy bien con una sola mano. La pantalla, a su vez, y aunque tiene el mismo formato que el modelo anterior, es hasta un 25% más brillante, con lo que la experiencia es más agradable.

 

 

Pero su secreto está en el interior. Es más rápido y veloz que el modelo anterior. Su motor es un microchip de fabricación propia, el A12 Bionic, que es el mismo que se puede encontrar en los últimos modelos de iPhone, los iPhone XS y iPhone XS Max.Esto ya da una idea de por dónde van los tiros. El dispositivo funciona de manera solvente y rápida. En tareas de diseño y retoque fotográfico rinde perfectamente.

 

 

Eso sí, conocidas sus virtudes, también tiene algunas asperezas. A diferencia de los movimientos practicados por la marca estadounidense en otros productos, en este modelo apuesta por la huella dactilar como sistema de seguridad y no la tecnología de reconocimiento facial que se supone iba a ser el futuro. ¿Un detalle menor? En cualquier caso, el sistema funciona similar a otros dispositivos de la firma; rápido y cómodo. Y más teniendo en cuenta que para muchos usuarios todavía esta solución biométrica se considera la más práctica.

 

 

Apple tampoco ha querido llevar la revolución a su sistema de carga. No ha dado el salto a puerto USB-C, como sí lo hizo el iPad Pro y es un estándar en el mercado. Como decíamos, la decisión más controvertida tal vez es su diseño; no se ha atrevido a eliminar los bordes con lo que lo que nos encontramos es un iPad mini como ha sido hasta ahora. En cambio, conserva la clavija para auriculares, que no es una mala decisión en realidad.

 

 

Algo similar le sucede a su apartado fotográfico, que queda prácticamente relegado a un segundo plano. Tiene una cámara trasera de 8 megapíxeles y una frontal de 7 megapíxeles para videoconferencias y «selfies» pero se siente como de otra época. La autonomía se encuentra en los niveles aceptables: unas 11 o incluso 12 horas de uso en tiempo prolongado, y eso es buena señal. En cuanto a su precio, va desde 449 euros en su versión de 64 GB de memoria.

 

 

ABC.es

J.M. Sánchez@josedaze