Muchas veces nos lo decimos a Nosotras mismas, ¡tenemos ganas de una sesión de belleza! Y justo después descartamos la idea porque sabemos que ir a un salón beauty a veces se aleja del presupuesto que tenemos. Sin embargo, hay muchas maneras de hacer un gran plan para cuidarnos y que nuestra piel y nuestra melena luzcan perfectos. Así pues, es momento de pensar ¡tenemos una cita con Nosotras mismas! Es el momento de disfrutar de una sesión beauty que nos devuelva nuestra felicidad física e interior.
Para empezar, lo mejor es darnos un baño relajante, con sales, jabones y aromas preferidos… ¿Cuánto tiempo hace que no nos dedicamos un momento en la bañera para gozar de la tranquilidad, dejar la mente en blanco y estar absolutamente relajadas? Preparar un buen baño relajante es la mejor forma de meditar, estar con nosotras mismas y dejar que nos invada la paz interior.
El segundo lugar, en el momento de enjabonarnos y secarnos, es la ocasión perfecta para aplicarnos una mascarilla específica para nuestro cabello, que devolverá la suavidad y vitalidad que hemos perdido por el descuido diario.
Una vez hemos salido de nuestro particular spa, es el momento de iniciarnos en el maravilloso mundo de las cremas y los aceites. ¿Qué mejor que contar el tiempo suficiente para poder dedicarnos a la hidratación y la exfoliación de la piel? Empezaremos por los brazos y la extenderemos suavemente con movimientos circulares hacia las piernas. Es momento de dar a la piel los nutrientes que necesite para que luzca con más vitalidad.
Hay que tener en cuenta que es muy importante que nuestra crema hidratante esté presente diariamente, pero si conseguimos disfrutar de ella de vez en cuando, mimaremos la piel a profundidad y convertiremos un hecho diario en un ritual de belleza.
Y cuando ya estemos perfectas de cuerpo, ¡hora de preocuparnos por las uñas! Quitad ese pinta uñas de hace mil siglos y vuelve a pintar las uñas de el color que más se ajuste al plan del día.
¡Ya estás como nueva para afrontar el día!
Fuente: Nosotras
