Como seguro te has fijado, no todas las personas comemos de la manera ni en las mismas cantidades, algo natural teniendo en cuenta que somos seres humanos distintos y eso se debe reflejar en nuestra relación con la comida. En realidad, según los psicólogos, las conductas de la gente frente a los alimentos pueden revelar muchos rasgos de su personalidad, así como tendencias en su idiosincrasia y modos de reaccionar ante la vida.
Comer lento
Si eres de esas personas que siempre resulta el último en levantarse de la mesa, te puede interesar saber que a los que comen lento les gusta tener el control de las cosas y saben apreciar la vida.
Suelen ser personas seguras, confiadas en sí mismas y muy equilibradas en su vida diaria.
Sin embargo, en algunos casos puede deberse a que tienen baja energía, sea por desórdenes físicos o por trastornos psicológicos.
Las personas que padecen de depresión también pueden mostrar este tipo de hábito alimenticio, pero también las que tengan bajo su estado de ánimo.
Comer rápido
El comportamiento totalmente contrario lo hallaremos en quienes desde pequeños comen rápido, de manera que barren literalmente lo que se les sirve en el plato.
Suelen ser personas ambiciosas, orientadas a objetivos y abiertos a experiencias nuevas, pero con tendencia a ser impacientes.
Según los expertos, la velocidad a la que comemos es la misma a la cual asumimos y disfrutamos la vida.
Aventurarse
Está también este tipo de persona que tiende a aventurarse dentro del mundo gastronómico. Por tanto, intentarán probar cuanto plato novedoso puedan, buscando encontrarle nuevas facetas a la vida.
Se trata de buscadores de emociones, de desafíos, a quienes les gusta correr riesgos y salirse de su zona de confort.
Comer poco
Las personas que comen poco suelen haber tenido infancias con rechazo a algunos tipos de alimentos o formas de comer. Se les ve en los restaurantes preguntándole al dependiente si el plato puede servirse sin salsa o con los aliños a un lado.
Hay altas probabilidades de que esta persona tenga rasgos de neurosis en su vida cotidiana.
Investigaciones han demostrado que los rechazos extremos a la comida, así como las fobias alimenticias, se asocian con desórdenes de ansiedad y neuroticismo.
Separar la comida
Separar la comida es un hábito alimenticio infrecuente pero que existe. La persona se acerca al plato de manera metódica y come cada producto de manera aislada. Solo comienza con el siguiente una vez ha acabado el primero.
Son personas muy detallistas, cuidadosas, disciplinadas y que se piensan bien las cosas. Su comportamiento se asocia con una personalidad centrada en una sola tarea y no con los individuos multifacéticos.
Y ahora ya puedes saber qué tipo de persona eres a partir de los hábitos alimenticios que te caracterizan.
Recuerda que no es una camisa de fuerza, solo tendencias en la personalidad de acuerdo al modo en que comemos cada día.
Fuente: vix
