Todo depende del cristal con que se mire.

Un delegado que ha intervenido en los tres congresos que ha realizado el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) desde su fundación, cuestionaba ayer en los pasillos del Teatro Teresa Carreño la «pasividad» del cónclave rojo. «Esto ha sido un saludo a la bandera, todo está entubado, no se han debatido los temas más complejos», decía.

Sin embargo, otro delegado que tenía la misma experiencia destacaba la «disciplina» de los presentes. «Aquí ha habido más coincidencias que diferencias, muestra de la unidad del partido y el apoyo al liderazgo del presidente Nicolás Maduro. En realidad, este encuentro ha superado las expectativas», celebraba.

Ese respaldo a Maduro se expresaría en la decisión de ratificar el artículo 5 de los estatutos de la organización, referido a los «métodos de la democracia interna». La disposición establece: «Para la toma de decisiones y elecciones internas el partido podrá utilizar diversos métodos: elección directa, universal y secreta; cooptación, elecciones de primero, segundo o tercer grado; opinión y consenso, los cuales se determinarán por las diversas instancias de dirección de acuerdo a las condiciones políticas».

El método de «cooptación», también conocido como «dedazo», ha sido rechazado por sectores del chavismo. Sin embargo, un delegado explicaba ayer que el III Congreso lo mantendría porque «no podemos designar a Maduro presidente del partido para luego atarlo de manos o limitar su capacidad de actuación».

Los participantes de este encuentro subrayan que el mismo debe servir para apuntalar al Jefe de Estado.

Tema sensible

Los delegados del III Congreso del PSUV esperan que hoy comparezcan ante la plenaria los ministros del gabinete económico. «El tema económico es muy sensible y puede que se genere una discusión bastante fuerte», advertía un representante del interior, que desde ya preparaba sus preguntas para la reunión.

PEDRO PABLO PEÑALOZA |

EL UNIVERSAL