La Cúrcuma, “especia” utilizada en la India y Asia desde hace 3000 años, posee propiedades medicinales que la colocan como el ingrediente número 1 en la Medicina Ayurvédica (Ayur = vida; Vedic = conocimiento).
La cúrcuma es un alimento medicinal de bajo costo, que proviene de la raíz de la cúrcuma longa, una planta de la familia del jengibre y cuyo principio activo es la curcumina. Su color amarillo ocre le confiere el apodo de azahar de los pobres y realmente es el oro de la India. Llama la atención la baja incidencia de cáncer y otras enfermedades inflamatorias crónicas en el país asiático, si se compara con la población de países occidentales, donde la incidencia de cáncer en ambos sexos es 2 a 10 veces mayor. El Cáncer de Mama en mujeres Indias es de 19/100.000 por hab., mientras que en la mujer norteamericana es de 91/100.00 x hab. Así también, el Cáncer de Próstata en la India es de 5/100.000 contra 104/100.000 hab. en Estados Unidos. Una cifra alarmante: 20 veces mayor. Sin duda, existe una serie de factores responsables de esta diferencia y entre ellos, el uso de la cúrcuma. Desde muy niños, los indios consumen esta especia en dosis de 1,5 a 2 gramos diarios, mientras que en occidente es poco conocida y es principalmente usada como colorante de alimentos-E100 en dosis muy bajas.
Hoy la cúrcumina, principio activo de la raíz de la cúrcuma, es la sustancia más estudiada como medicamento para tratar una serie de enfermedades de origen inflamatorio. Ya ha sido demostrado que la curcumina, tiene el mismo poder anti-inflamatorio y analgésico que la aspirina, Celebrex y Vioxx, y no tiene efectos colaterales. En la bibliografía científica se encuentra una cantidad de artículos que involucran la cúrcuma como eje central en el tratamiento de distintas patologías: cáncer, enfermedades cardiovasculares, diabetes, alzheimer, parkinson y muchas otras derivadas de la inflamación. La cúrcuma actúa sobre el factor nuclear kappa B (NFκ−B, o caballero negro), molécula protectora de todos los procesos inflamatorios crónicos y al modular el efecto del caballero negro, acelera la muerte de la célula cancerosa (apoptosis) y evita, en buena manera, la invasión a otros órganos mediante las metástasis.
Lamentablemente esta “especia” poco absorbida por el intestino humano, debido a que es necesaria la presencia de grasas, sin embargo, esto se ha solventado al combinarla con pimienta negra, cuyo principio activo, la piperidina, aumenta hasta 1000 veces la absorción de la curcumina. La mezcla se hace en una relación de 3/1, tres partes de cúrcuma por una de pimienta negra.
La cúrcuma se puede adquirir fácilmente en cualquier super-mercado y en tiendas especializadas en especias; si bien su sabor no nos es familiar, puede ser añadida a cualquiera de nuestros alimentos (sopas o ensaladas) y puede ser ingerida como medicamento en forma natural, o en cápsulas y la dosis diaria recomendada es de 5 grs. (una cucharadita de postre). Actualmente se desarrollan vehículos nano-moleculares para mantener y hacer llegar la curcumina a los diversos tejidos del cuerpo y así aumentar su efectividad en el tratamiento de enfermedades inflamatorias.
Divulgar el uso de esta especia y su principio activo, la curcumina como un potente anti-inflamatorio, con pocos efectos colaterales, es de gran utilidad, por ser efectiva y económica.
Dietrich Zschaeck Médico Venezolano, UCV.
Especializado en Nefrología, Universidad de Harvard, USA. Especialista en el área Mente-Cuerpo, Universidad de Harvard, USA. Médico Internista y Nefrólogo de la Clínica Ávila, Caracas. Conferencista internacional en el área de Emociones-Mente-Cuerpo. www.siaprendo.com @siaprendo
Por Dietrich Zschaeck, Médico-Cirujano Venezolano, UCV. Especializado en Nefrología, Universidad de Harvard.
Nota de prensa
