El sexo es mucho más que sólo la penetración y puede extenderse por mucho tiempo, ¿pero cuánto debe durar el coito?

Es probable que, después de una sesión increíble de sexo, tengas la impresión de que duró una eternidad. Por supuesto, esto pone en crisis aquella idea según la cual, cuando la pasas bien, el tiempo pasa volando en tu cabeza. ¿Pero cuánto duró realmente? De acuerdo con una investigación científica realizada a finales del año pasado, mucho menos de lo que imaginas (sí, de hecho pasó volando).

Por supuesto, una sesión de buen sexo suele incluir juegos previos y posteriores al coito que pueden extenderse por mucho tiempo, más cuando la agenda no apremia. De hecho, es durante estas etapas que el orgasmo femenino suele tener lugar, puesto que la estimulación directa del clítoris es mucho más efectiva para lograrlo que la penetración vaginal.

Los estereotipos sociales han hecho creer a muchos que entre más dura una penetración, mejor es la experiencia sexual.

Sin embargo, una vez llegado el momento de la penetración, ¿cuánto debe durar ésta? Los investigadores Eric Corty y Jenay Guardiani, de la de la Universidad

Estatal de Pensilvania se hicieron la misma pregunta. En lugar de correr al laboratorio, decidieron diseñar un efectivo cuestionario que pidieron responder a 50 miembros de la Sociedad para la Terapia y la Investigación Sexual, entre los que se cuentan psicólogos, médicos, trabajadores sociales y terapeutas matrimoniales que, en conjunto, han atendido a miles pacientes durante décadas.

De acuerdo con los encuestados, el tiempo que dura la penetración puede dividirse en cuatro grupos: adecuado (de 3 a 7 minutos), deseable (de 7 a 13 minutos) , demasiado corto (de 1 a 2 minutos) y demasiado largo (de 10 a 30 minutos). Así de sencillo.

Fricción, esfuerzo, rendimiento y segregación hormonal son algunos de los aspectos físicos por los que la penetración ideal no debe ir más allá de los 13 minutos.

Pero también está el aspecto psicológico, mucho más complejo. “La interpretación que hace una mujer o un hombre acerca de su propio funcionamiento sexual y del de su pareja se basa en una serie de creencias personales desarrolladas, en parte, a raíz de los mensajes que reciben de la sociedad, tanto formales como informales”, afirman los investigadores.

El contraste entre el tiempo que debe durar según los especialistas y el que debería extenderse una penetración según la pornografía y los estereotipos sociales es realmente alto, y también puede acarrear peligros, tanto físicos como mentales.
“Puede ser psicológicamente perjudicial tratar de llegar a una meta que no es razonable. ¡El sexo consiste en mantener una intimidad con alguien, y no en intentar establecer un récord!”, explica el profesor de psicología Eric Corty.

Así que ya lo sabes: disfrutar del sexo implica mucho más que realizar exitosamente una penetración y, ciertamente, es mucho más complejo (o sencillo, según se quiera ver) que tener sesiones eternas de coito.

Terra