Conocemos a Woody Allen como el hombre bajito de gafas grandes cuya brillantez concibió Annie Hall (1977), Manhattan (1979), Hannah and her Sisters (1986), Crimes & Misdemeanors (1989) y Midnight in Paris (2011), por solo mencionar algunos de sus “hijos” cinematográficos que deleitan al mundo de la década de los sesenta.

También es recordado por su complicada vida privada: una relación con una mujer a quien le lleva 36 años y quien era hija adoptiva de su entonces pareja, Mia Farrow, así como por un acusación de abuso sexual teniendo como víctima a Dylan Farrow, la hija de ambos que, aunque fue desestimada, dejó una mancha en la imagen del actor, director y guionista y destrozó su vida familiar.

Woody Allen es un hombre de innegable talento (a pesar de tener sus detractores), cuyo nombre y visión representa a uno de los cineastas más prominentes de Estados Unidos y quien difícilmente puede pasar por debajo de la mesa. Pero, ¿qué hay detrás de los reflectores y el “cámara y acción”? ¿Cuáles son los datos más curiosos que forman parte de la psique del laureado genio del séptimo arte? ¡Descúbrelos!

1. La escuela no fue lo suyo

Tras acudir a una escuela hebrea, el joven Allan Stewart (su nombre original), fue transferido a una escuela pública, donde se transformó en un joven tímido e introvertido y no dudó en definir el sitio como “una escuela para maestros con trastornos emocionales”.

El estudiante se preocupó por las clases y se refugió en el béisbol. La situación no cambiaría al apuntarse como estudiante de la Universidad de Nueva York, donde solo cursó un semestre y obtuvo calificaciones mediocres. Allen decidió retirarse, no sin que un profesor le sugiriera ir al psiquiatra. “No tendrás mucha suerte para conseguir trabajo”, le comentó.

2. No le gustan las computadoras

Allen ha asegurado que nunca ha recibido un email y, de hecho, ni siquiera tiene una computadora. Cuando escribe, lo hace en la vieja máquina que compró cuando era adolescente y le costó 40 dólares.

Lo que sí posee es un teléfono inteligente, pero lo usa prácticamente para hablar con sus hijas y escuchar música.

3. Annie Hall era muy diferente

Considerada una de las comedias románticas más importantes de la historia del cine, la idea original de Annie Hall era muy diferente al resultado final. Se llamaba “Anhedonia” (un término científico que se refiere a alguien que no puede sentir placer), y se dedicará a explorar la vida del personaje principal, sin enfocarse en una relación.

4. El de los chistes

Cuando tenía 15 años, Allen empezó a escribir chistes para una columna en el periódico. Nick Kenny del Mirror y Earl Wilson, del New York Post los publicaron, inicialmente de forma anónima.

La aceptación de sus chistes lo llevó a ser invitado para participar en el Programa de Escritores de la NBC en 1955, ganando 25 dólares semanales.

5. El casting más rápido

Los actores de las películas de Allen parecen ser perfectos para su rol, tanto que cualquiera podría pensar que pasaron por un duro proceso de casting. Pues no es así.

En algunas oportunidades, el director se vale de una actriz particular a quien usa como su musa (Diane Keaton, Mia Farrow o Emma Stone hasta no hace mucho), pero en la mayor parte de los casos, Allen trabaja junto a Juliet Taylor (una directora de casting) para elegir a los actores.

El proceso de audición es sencillo: Allen no pretende que los actores pierdan el tiempo en conversaciones extensas, por lo que habla con ellos brevemente y, si está interesado en él, él mismo le envía al guión al actor con un par de notas donde se presenta (como si lo necesitara), dice que espera que disfruten lo que leerán y indica que son libres de cambiar alguna línea para que se ajuste más a ellos y su visión del personaje.

Según Taylor, el casting más rápido de Allen le llevó diez segundos.

6. No es fan de sus propias películas

Y, por ende, nunca las vuelve a ver. Una vez comentó a una publicación que nunca queda contento con el resultado final, así que evita volverlas a ver.

7. Toca el clarinete

Cuando era niño, Allen apredió a tocar el violín, pero luego se volvió fan devoto del clarinete. De hecho, suele tocar e público con la banda de jazz The New Orleans Jazz Band.

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