Cuando se tiene pareja, muchas, sienten deseos irrefrenables de contarlo TODO. La pertinencia de la información que se revele, y cómo se haga es fundamental para mantener la armonía y fortalecer la comunicación y la confianza en la relación.  Antes de comentarle ese secreto que has guardado y que sólo quieres contarle a tu pareja, pregúntate: ¿Para qué quieres hacerlo? y si ¿Es una persona a quien puedes confiarle “esa” información?. No todas las personas son públicos discretos paraguardar secretos, aun cuando las amemos mucho. Cuando se revela información, las expectativas y el concepto de la otra persona sobre ti, podría variar. Es un riesgo.

Si una vez que has analizado y te has asegurado que en definitiva quieres revelar información tuya, sea cual sea,  hay que trabajar en superar el temor a la posible reacción de tu pareja: preocupación, rechazo, rabia, debilitar la confianza, temor a herir susceptibilidades o en otros escenarios, reacciones positivas y hasta inesperadas.

Si se trata de algún evento de tu pasado que interfiera en tu salud actual, o quizá de alguna situación que puede alterar la dinámica de relación de la pareja (como revelar la orientación sexual,  que se es virgen, que se tiene alguna infección de transmisión sexual o que se ha roto con reglas jurídicas, morales o religiosas entre tantos otros ejemplos), podría ser de ayuda:

Pensar y hasta ensayar que se le dirá a la persona, considera si es oportuno revelar con lujo de detalles o solo una parte. Organiza la secuencia de tu historia para evitar que tu pareja se confunda.

Elige un momento adecuado, bien sea solicitándolo con una cita o como un encuentro especial (por favor sin el drama de “tenemos que hablar”). También puedes aprovecharte de un momento de calma. Asumir la conversación como algo natural ayudará a iniciar y quizá a mantener este clima durante la interacción. (Aun cuando sea información difícil)

Selecciona un espacio neutral y tranquilo donde puedan conversar sin que sean interrumpidos.

Si se te dificulta la interacción verbal, escríbele un correo, whatsapp o para las más clásicas, una carta.  La escritura ayuda a ordenar el pensamiento y a seleccionar las palabras y el mensaje que quieres compartir, sin necesidad de estar presente.

Apóyate de un profesional que te ayude a fortalecer tus herramientas personales para poder enfrentar la situación. O también podrías apoyarte de un “mensaje auxiliar” para que funja como ayudante y hasta catalizador al momento de revelar el mensaje. Siempre de forma asertiva.

Tienes derecho a guardar tu propia información confidencial y compartirla o no es decisión personal.

Eme de Mujer