La sequedad y la aparición de grietas en los pies es un problema frecuente que se acentúa sobretodo durante los meses de verano.

La hidratación de esta parte del cuerpo es tan importante como el resto, sobretodo si quieres presumir unos pies bonitos, suaves y saludables.
No los descuides y trátalos como es debido, siguiendo estos consejos para evitar la sequedad de la piel.

Exfoliación

La exfoliación semanal de los pies evita la sequedad así como la aparición de durezas y callosidades. Para ello, tan sólo es necesario disponer de una piedra pómez. Una vez que los pies están limpios y ligeramente enjabonados, se pasa la piedra pómez sobre las zonas que tienen tendencia a crear callosidades, como los talones y la parte delantera de la planta de los pies. De esta forma, todas las células muertas se eliminan y la piel se mantendrá lisa y suave.

Hidratación

La aplicación diaria de una crema hidratante en los pies es la mejor solución para evitar la sequedad. Se puede usar igualmente una loción corporal para nutrir y proteger la piel de esta parte del cuerpo. Se debe siempre aplicar sobre los pies limpios a base de movimientos circulares e insistiendo particularmente en la zona de los talones.

Para hidratar los pies, también se puede optar por usar vaselina. Este producto cosmético es conocido por su capacidad humectante. Es perfecta para combatir la piel seca y reparar las zonas dañadas. En este sentido, un poco de vaselina en los pies antes de irse a la cama, dejando que el producto penetre en la piel durante toda la noche, ayuda a prevenir la sequedad y a suavizarlos.

El uso del calzado

La sequedad de los pies suele ser el resultado de un mal uso del calzado. Es preferiblellevar zapatos cómodos, que no aprisionen demasiado los pies y favorezcan la transpiración de la piel. Se debe evitar llevar todos los días el mismo calzado, ya que la alternancia de los tipos de zapatos contribuye a mantener la buena salud de los pies.

El baño de pies

Para evitar la sequedad de los pies, no hay nada mejor que un baño de pies: se trata de una experiencia muy relajante. Se debe tomar un baño de pies una vez por semana como mínimo. Basta con llenar una palangana con agua templada, y poner sales marinas y algunas gotas de aceite esencial al gusto (lavanda, menta…) y dejar los pies dentro del agua durante al menos 15 a 20 minutos.

Con estos consejos sencillos, se puede mantener la correcta salud de los pies, evitando que la piel se seque y termine produciendo durezas y callosidades, dos inconvenientes molestos y que afean su aspecto externo, especialmente en los momentos del año donde la moda impone llevarlos al aire.

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