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¿Cómo afrontar tu primer día en un trabajo nuevo?

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¿Cómo afrontar tu primer día en un trabajo nuevo?

¿Recuerdas tu primer día en el cole? Sin duda, era el mejor del año porque te reencontrabas con tus amigos, les enseñabas tu carpeta y bolígrafos de colores nuevos… Pues bien, el primer día en un trabajo nuevo no tiene mucho que ver la verdad, pero sí que suelen ser tan excitantes que te sientes como una niña y al mismo tiempo terribles porque te tienes que estar recordando a todas horas que las primeras impresiones cuentan mucho. Te damos una serie de consejos para que comiences con buen pie.

 

 

 

 

Trata a todo el mundo como si fueran de la realeza

 

 

 
Probablemente te llevará un tiempo conocer exactamente cuál es el orden jerárquico de tus compañeros de trabajo. Da igual que sea el conserje, la secretaria o el director general: trátales a todos por igual. Nunca sabes quién puede tener influencia sobre tu trabajo. Dado que normalmente solemos hacernos un concepto de cómo son las personas a los 7 segundos de conocerlas, debes de asegurarte que todo el mundo «te quiera». Sonreír, dar un apretón de manos fuerte y presentarse a todo el mundo que tengas a la vista será una buena forma de comenzar. Te recomendamos que trates de recordar los nombres de aquellas personas que te presentan.

 

 

 

 

No tengas miedo de pedir ayuda

 

 

 
Con el tiempo tanto tus nuevos compañeros como tu jefe irán conociendo cómo trabajas pero hasta entonces, debes aprovecharte al 100% de ser nueva. Está claro que no hay nada con lo que puedas quedar peor que haciendo preguntas estúpidas, pero durante el primer día de trabajo eso está permitido (en cierta medida). Es entendible que tengas mil dudas de cómo funciona todo así que aprovéchate del momento.

 

 

 

 

Llega temprano
 

 

 
Incluso aunque sientas que no tienes nada qué hacer, ni siquiera sepas cómo se inicia sesión en tu nuevo equipo o todavía no te funciona tu correo electrónico… ¡da igual! Debes llegar temprano al menos durante los primeros días. Hay que causar buena impresión y sobre todo estar predispuesta siempre. Es mejor que tu jefe te diga que no hace falta que llegues tan temprano a que pregunte por ti a las 9 de la mañana y no estés.

 

 

 

 

Ofrecer tu ayuda siempre que puedas

 

 

 
Normalmente, tú eres «el último mono» (una expresión que representa muy bien esta situación a no ser, claro está, que seas el director general) cuando comienzas en un trabajo nuevo. La confianza cuesta ganarla. Puedes proponer a tus nuevos compañeros ir a tomar un café en el break de media mañana o si vas a recoger algo a la impresora puedes preguntar si alguien necesita imprimir algo y se lo recoges tú, etc… En definitiva, ¡ser amable no cuesta tanto!

 

 

 

 

Mantén el coqueteo bajo control

 

 

 
Obviamente no llegas a tu nuevo trabajo con la intención de ligar con nadie, de hecho más bien es todo lo contrario. Pero el querer ser simpática y agradable con tus compañeros puede causar malentendidos con algún chico en concreto que te haya llamado más la atención de tu nuevo equipo. Tienes que evitar las comidas o cafés a solas con esta persona porque podría ser visto de forma negativa por el resto de compañeros.

 

 

 

 

Viste como tu quieras

 

 

 
A pesar de que a alguna compañera de trabajo se le puede haber pasado lavarse el pelo en días o no ir maquillada debidamente para dar un aspecto agradable a ti no te tiene por qué condicionar. Tu debes estar perfecta siempre y tus looks deben ajustarse a tu tipo de trabajo y ambiente tanto dentro como fuera de la oficina, si algún día tienes que salir a alguna reunión. No cuesta nada levantarse diez minutos antes para que te dé tiempo a peinarte y ponerte un poco de rimmel. Aquí tienes algunos ejemplos que te pueden servir de inspiración a la hora de elegir tus looks para ir al trabajo.

 

 

 

 

No tengas miedo de hacer más de lo que puedes

 

 

 
Debes pensar siempre que tu puedes con todo y no bloquearte creyendo que alguna de las tareas que te han otorgado se te escapa de las manos. Recuerda que fuiste contratada por una razón así que debes hacer que la confianza que han depositado en ti sea evidente. No rechaces nuevos proyectos o funciones porque pienses que es demasiado trabajo o que te viene grande (es muy pronto para eso). Y sobre todo, no tengas miedo de pedir consejo a los que te rodean recuerda que es mejor lamentarse de algo que se hizo mal, que no haberlo hecho nunca.

 

 

 

Fuente: enfemenino

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