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Cardenal Baltazar Porras a PANORAMA: La Constituyente como está es innecesaria

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Cardenal Baltazar Porras a PANORAMA: La Constituyente como está es innecesaria

 

Crítico sempiterno de la revolución bolivariana, el cardenal Baltazar Porras justifica su posición alegando que la Iglesia está del lado de los que más sufren, de los que padecen, no de quienes están en el poder.

 

 

 

“Nosotros no debemos hablarle a los gobiernos sino a la gente”, argumentó citando unas palabras del Papa Juan Pablo II.

 

 

 

Cree que en éstos momento de confrontación en el país debe volver la racionalidad a todos los sectores, porque si bien la violencia no es el camino, tampoco lo es una Asamblea Nacional Constituyente. Con PANORAMA conversó, vía Skype, desde su despacho en el Arzobispado de Mérida.

 

 

—La Iglesia venezolana ha recibido alguna instrucción del Papa Francisco respecto al diálogo?

 

 

—No hemos recibido ninguna instrucción secreta ni mucho menos. Públicamente siempre hemos hablado con el Papa. (…) Esa mesa de diálogo entre octubre y noviembre lo que hizo fue desvirtuar todas las cosas y fue lo que llevó al secretario de Estado, Pietro Parolin, a decir que no tenía ningún sentido seguir conversando si no había una voluntad de cumplir con lo que se había pautado. Por eso esa receta de la mesa de diálogo, como ellos mismos lo han dicho, está clausurada y está enterrada, porque para que haya un diálogo sincero hace falta el reconocimiento del otro y un mínimo de deseo de solucionar las cosas.

 
—¿Qué se habló en la reunión con el Gobierno en la sede de la CEV?

 

 

 

—Nosotros tuvimos la reunión de la CEV con Elías Jaua y más que un diálogo fue un encuentro que se planteó de la mejor manera y públicamente se conoció nuestra  postura. Se planteó la necesidad de dar respuesta a lo que son las necesidades reales de la gente, pero la respuesta que hubo fue que ese no era el tema sino la Constituyente. En ese tema la Secretaría de Estado del Vaticano ha dicho que para sentarse a hablar hace falta que haya un mínimo de agenda y un mínimo de seriedad para querer superar la situación.

 

 

Por otra parte, la CEV  siempre ha estado dispuesta y lo hemos dicho, en cuál es el papel que nos toca a nosotros jugar. Que no es el ser un mediador sino un facilitador (…). Se ha manejado mediáticamente en éstos últimos días, el Presidente diciendo que la CEV no quiere dialogar, lo cual es falso. La semana pasada seguimos ratificando que esa Constituyente, tal como está siendo llevada, no solo es innecesaria, sino que viene a ahondar más las diferencias existentes entre la sociedad. Observamos que hay una manipulación cada vez mayor para achacarle a la oposición toda la violencia, pero en ningún momento hay una respuesta real y positiva a las necesidades de la gente, y al planteamiento fundamental, que es acatar la Constitución y sus leyes (…).

 

 

—Hemos visto cómo ha crecido la violencia no solo en ciudades sino en pueblos pequeños, ¿cuál es la fórmula para detener la violencia?

 

 

—La fórmula es que vuelva la racionalidad a todos los sectores, pero principalmente a quienes les corresponde la responsabilidad del orden público que es al Gobierno. Muchas de las manifestaciones que se dan, hay videos, grabaciones, de que quienes promueven la violencia o son infiltrados o son ligados a los cuerpos de seguridad, o reciben órdenes de colectivos para ir contra la población que está prácticamente desarmada y que lo que reclama es el cumplimiento de la ley y la Constitución.

 

 

Se ha querido hacer ver que toda la violencia viene de la gente de oposición, lo cual choca con la realidad de los hechos. Esa represión desmedida de los órganos de seguridad impidiendo que se llegue a un lugar, simplemente para depositar un escrito, bien sea el CNE, la Fiscalía, o cualquier otra instancia, está siendo vedada por la seguridad, quienes deberían velar para que todo se realice en paz de pronto comienzan a disparar. Es un irrespeto total a la vida (…). Este proceso constituyente es una farsa, se quiere imponer sin que se consulte cuál es la opinión de la población. Hay un muro enorme para evitar que se consulte. Han consultado solo a quienes ellos quieren. Desean imponer una Constitución de tipo comunal, de socialismo del siglo XXI y que nos convirtamos en unos soldados que solo acatan órdenes y donde no haya respeto a la pluralidad.

 
—Si bien la violencia no es el camino y usted dice que la Constituyente tampoco lo es,  ¿cuál es el camino?

 

 

—Escuchar la voz del pueblo y darle el cauce  pacífico que es el electoral. No hay intención ni voluntad de consultar previamente a la gente sobre la Constitución, han dicho que no hace falta una consulta y lo que se trata es de una Constitución concebida a la medida, hecha para sus intereses.

 

 

—¿Qué llamado le hace al Gobierno?

 

 

—Como lo decía el Papa Juan Pablo II nosotros no debemos hablarle a los gobiernos sino a la gente, y la gente cada día es más consciente de que se le están negando los cauces a través de los cuales puede expresarse. Quien legítima a los gobernantes es el pueblo y es al que hay que escuchar, que entiendan que es el hambre, la falta de seguridad, de medicamentos. Ahorita no sabemos cuantos muertos, ni cuántos detenidos hay porque no se sigue el debido proceso.

 

 

—¿Y qué petición le hace usted a la oposición?

 

 

 

—Que la única manera de que se escuche es seguir manifestando, seguir haciéndolo de manera pacífica. (…) Tiene que haber autonomía de los poderes públicos para que la población se sienta protegida y no desplazada por quienes tienen el deber y la obligación de buscar un mejor país.

 

 

 

—¿El juego está trancado en la mesa de diálogo?, ¿no hay posibilidad de volver?

 

 

—No, lo que no hay manera de volver es en las mismas condiciones anteriores. Quien no ha respondido a la carta del cardenal Parolin es el Gobierno  (…).

 

—¿La CEV ha pensado en unirse a las marchas por la paz del país?

 

 

—Nosotros lo hemos hecho constantemente y el domingo (pasado) hicimos una jornada de oración y de ayuno, no solo se hizo en el país sino en muchos otros sitios del mundo. Es el llamado a la serenidad del espíritu para que no anide en nuestros corazones el odio y que queramos convertir la respuesta de la violencia en otra violencia (…).

 

 

—Hemos visto a sacerdotes en  marchas, ¿está de acuerdo con que se unan con su comunidad a las manifestaciones?

 

 

 

—Que un sacerdote acompañe a su gente simplemente para acompañarlos porque sabemos en la situación en la que están, eso es posible, pero no es la función primordial de nosotros, para eso está la dirigencia política, gremial, y de otros niveles, que tienen que llevar adelante éste tipo de acciones. La gente nos reclama en todas partes el estar con ellos pero, ¿para qué?, para acompañarlos y evitar todos esos desmanes a los que nos llevan cuando hay abuso del poder, siempre existe la tentación de querer perder la racionalidad y querer devolver con la misma moneda, y no puede ser así.

 

 

 

—Varias iglesias del país han sido víctimas de ataques y robos, ¿de dónde viene esa violencia?

 

 

—Viene de donde sabemos que ha venido, quien siembra vientos recoge tempestades, de ese lenguaje que no solo son las palabras, sino que después con los gestos se convierten en acciones de violencia, acciones que permiten la impunidad para que tanto el hampa como ciertos grupos colectivos, sintiéndose amparados porque no se va a actuar en contra de ellos, pues actúan contra la vida y contra los bienes de la iglesia y de particulares. Es un camino de anarquía que no es el que nos va a restituir la paz y la tranquilidad que anhelan los venezolanos.

 

 

Yesibeth Rincón

yyrincon@panodi.com

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