Cáncer de ovario: la detección precoz es clave en la sobrevida
agosto 20, 2014 1:37 pm

l tipo de cáncer ginecológico más silencioso. Y el más letal. Tiene la tasa de mortalidad más alta entre todos los cánceres ginecológicos en países desarrollados, sobre todo porque alrededor del 70% de los cáncer de ovario se diagnostican en etapas avanzadas, y apenas el 20% de las pacientes diagnosticadas en estadios avanzados sobrevive más de 5 años luego de la detección, con el tratamiento con cirugía más quimioterapia.

 

«Un tema pendiente relacionado con la enfermedad es el de la existencia de centros especializados para que las pacientes puedan ser derivadas para recibir un tratamiento adecuado. Otro punto importante es el de la educación, tanto para la comunidad médica como para la sociedad en general», sostiene el cirujano italiano Dr. Giovanni Aletti, quien participó de las jornadas de Actualización en el Diagnóstico y Tratamiento del Cáncer de Ovario realizadas recientemente en Mendoza.

 

Hasta el momento no hay análisis que permitan la detección temprana del cáncer de ovario, enfermedad que se caracteriza por la ausencia de síntomas tempranos y por lo tanto es diagnosticada en etapas tardías. Los síntomas principales, que suelen ser confundidos con problemas mucho menos serios como molestias gastrointestinales, son:

 

* Aumento del tamaño abdominal / hinchazón persistente

 

* Dificultad para comer / sensación de saciedad muy rápidamente

 

* Dolor abdominal o pélvico

 

* Necesidad de orinar con mayor urgencia o con mayor frecuencia.

 

Aproximadamente el 15% de los casos de cáncer de ovario tienen una historia familiar detrás. Esto significa que un pariente cercano (madre, hemana, hija, abuela, nieta, tía o sobrina), tanto del lado materno como paterno, ha tenido cáncer de mama antes de los 50 años o cáncer de ovario a cualquier edad.

 

«La primer necesidad no satisfecha de la enfermedad es la falta de tests que permitan el diagnóstico temprano. También nos hacen falta biomarcadores predictivos que nos ayuden a seleccionar cuáles son las pacientes que se van a beneficiar de un tratamiento determinado. Hoy tratamos a todas de la misma manera; queremos ir hacia la medicina personalizada», señala la Dra. Nicoletta Colombo. La oncóloga italiana agrega: «En un 25% de los cánceres de ovario se puede detectar la presencia de una mutación genética; si detectamos a estas pacientes podemos hacer algo para evitar la enfermedad (un buen ejemplo es el caso de Angelina Jolie). No solamente los antecedentes familiares son importantes, por eso es fundamental que todas las mujeres realicen al menos una visita anual al ginecólogo para realizarse los controles de rutina».

 

Por su parte, el Dr. Silvestro Carinelli, patólogo del Instituto Europeo de Oncología (IEO) de Milán (Italia), asegura que «el cáncer de ovario es una enfermedad muy agresiva que se disemina con mucha rapidez en el abdomen. Recientemente se descubrió que el tumor no surge del ovario en sí mismo, sino que se origina en la trompa de Falopio en un 70% de los casos más agresivos. En este contexto es muy difícil hacer un ‘screening’ regular de la enfermedad porque cuando uno la detecta, la misma ya está diseminada. Solo un 15% de los cánceres de ovario son de un tipo de crecimiento lento». Según el especialista, «la única manera de evitar el cáncer de ovario que es muy agresivo es extirpar las trompas y los ovarios después de los 40 años a aquellas mujeres que corren riesgo de desarrollar la enfermedad: son las que presentan una mutación en la línea germinal, es decir que en sus cromosomas tienen un defecto específico». Y concluye. «Queremos lograr pruebas más específicas y tratamientos más efectivos».

 

Algunos tumores, como el de ovario, tienen mayor expresión de una proteína llamada VEGF, implicada en el abastecimiento de irrigación sanguínea a los tumores, «en el tratamiento de cáncer de ovario hemos enfrentado la falta de nuevos tratamientos durante 15 años. En los últimos 2 años se agregaron tratamientos biológicos como el bevacizumab que hicieron posible mejorar el tratamiento actual de la enfermedad, neutralizando la actividad biológica del VEGF y de ese modo inhibiendo el crecimiento del tumor», indica la Dra. Nicoletta Colombo.

 

 

Fuente: Entre Mujeres