Afirman que además de la falta de divisas les afecta al exceso de controles y la inseguridad 

Al cierre del primer semestre del año el balance que realiza Consecomercio del sector es negativo. Cipriana Ramos, presidenta del gremio, indicó que no tienen mercancía para vender ni inventario para reponerla. Advirtió que de no haber cambios en la política económica del gobierno la situación empeorará.

Señaló que el sector se está surtiendo principalmente con productos hechos en el país. Sin embargo, la capacidad de producción de la manufactura nacional ha mermado 50% por falta de insumos y de materias primas, de acuerdo con datos de Conindustria.

En lo que va de año solo se ha importado 5% de la mercancía que se adquiría para el mismo período de 2014. “De 2.000 contenedores que traía un buque a los puertos ahora llegan entre 120 y 150”, dijo. Por ello, aseguró, los comercios no cuentan con existencia ni variedad de tipos, modelos, colores y tallas.

Ramos refirió que únicamente 3% de los comercios importa debido a la dificultad para obtener divisas. Precisó que no participan en una subasta desde octubre de 2014.

Agregó que la alta inflación ha diluido el salario de los consumidores y ha mermado su poder de compra. Advirtió que la mercancía que se puede ofrecer está a precios que superan la capacidad de compra del bolsillo del venezolano. “La gente establece prioridades y adquiere lo indispensable para satisfacer sus necesidades”.

Trabas. Diana Mayoral, tesorera de Consecomercio, destacó que no es únicamente la falta de divisas lo que afecta el sector, sino que el problema es estructural. Señaló que afrontan dificultades por el exceso de controles sobre la actividad. Además de la Ley de Precios Justos y la Ley Orgánica de Trabajo, hay otras 32 legislaciones que regulan el sector.

Indicó que también tienen que lidiar con la inseguridad, lo que les genera costos adicionales para proveer vigilancia y protección tanto al establecimiento como a clientes y empleados. Asimismo, deben pagar 40 impuestos diferentes entre directos e indirectos, nacionales y municipales.

Mayoral agregó que otro inconveniente es la deficiente calidad de los servicios públicos. “Falta la energía eléctrica y por ello se va la luz, no funciona el aire acondicionado, no pasan los puntos de venta, se va el Internet, se cae la línea telefónica, se va el agua y así es difícil estar operativo o prestar un buen servicio”.

La consecuencia es que muchos comercios trabajan con familiares como personal para no cerrar sus puertas. “Otros han decidido bajar la santamaría y pasar a la informalidad”, expresó.

Ramos indicó que para el sector es imposible planificar las compras debido a la poca transparencia y a la ausencia de reglas claras por parte del gobierno. Le solicitó al Ejecutivo respeto para los empresarios y que se establezca un dialogo tripartito que incluya a los sectores público y privado, y a los trabajadores.

Manifestó su preocupación por las cifras publicadas por el Instituto Nacional de Estadística, que refiere el cierre de 150.000 empresas entre julio de 2013 y 2014.

Fedecámaras invitó a Maduro
El directorio de Fedecámaras invitó al presidente Nicolás Maduro a su reunión anual de empresarios para retomar el diálogo en el país, informó Jorge Roig, presidente del gremio. “Estamos enviando las cartas para invitar al presidente Maduro a la asamblea anual el 16 y 17 de julio. Si tienen tantas ganas de conversar con los empresarios, invitarlo sería extraordinario para podernos escuchar», dijo en Unión Radio.

Roig afirma que las reglas del juego deben ser claras: “El gobierno tiene poca credibilidad. El presidente Maduro debe ser creíble y los anuncios que haga deben cumplirse”.

DULCE MARÍA RODRÍGUEZ

 
Elevados precios alejan a clientes de las tiendas
El año pasado el reloj más económico que ofrecía una reconocida marca del ramo costaba entre 800 y 900 bolívares. Este año está en 7.000 bolívares, afirmó el gerente de la tienda, situada en el centro comercial Sambil. El incremento de la pieza fue de 677,77%. “La falta de mercancía y los elevados precios han hecho que las ventas estén muy flojas. En el último año han bajado alrededor de 50%”, agregó.

Un empleado de un local de una marca de jeans coincidió con el encargado de la relojería. Dijo que los elevados precios han hecho que las ventas desciendan en un año cerca de 50%. Precisó que los precios han subido alrededor de 70%, que en el local se consiguen pantalones desde 12.740 y 16.460 bolívares.

En un mismo pasillo del centro comercial hay dos tiendas con los anaqueles prácticamente vacíos. En ambos casos la falta de mercancía obedece a las dificultades para importar. En uno de los establecimientos llevan dos meses esperando recibir nuevos productos y, según dijo la encargada, se calcula que lleguen a finales de agosto. “Si de aquí a allá se nos agota la poca existencia que todavía hay, y no tenemos qué vender, ya nos dijeron que cerrarán la tienda y nos mandarán a casa mientras llegan los artículos”.

Durante todo 2015 esta tienda ha tenido menos mercancía que el año pasado, indicó la empleada. Agregó que “el dueño no cuenta con suficientes divisas, lo que lo ha obligado a comprar menos; y lo poco que puede importar lo divide entre todas las tiendas que tiene la marca”.

El poco movimiento que ha habido en el local este año ha hecho que la nómina se reduzca. La encargada indicó que en enero la tienda contaba con ocho8 empleados, pero ahora solo hay dos. “Poco a poco se han ido yendo”.

El gerente de la relojería agregó que desde hace más o menos ocho meses el local no tiene acceso a divisas preferenciales, lo que ha limitado las operaciones de la marca. Señaló que las últimas compras de mercancía las han hecho con dólar paralelo, lo que por lo elevado del cambio restringe el volumen de importaciones. En lo que va de año esta casa de relojes cerró dos de las ocho tiendas que tenía en Caracas por la dificultad para surtir todos los establecimientos.

Las tiendas de artículos electrónicos y de telefonía lucían abastecidas. Hay celulares inteligentes hasta en 500.000 bolívares.

CARMEN SOFÍA ALFONZO A.

El Nacional