Como un coletazo en la caída en las ventas, la planta que la automotriz General Motors posee en Santa Fe paralizará su producción durante un mes. Unos 1.500 trabajadores de la compañía –otros 2.500 en forma indirecta– serán afectados por la medida que se iniciará el 15 de junio y se extenderá hasta el 15 de julio. La decisión se conoció un día después de que el Gobierno y la Asociación de Fabricantes de Automotores (Adefa) anunciaran el programa “Junio 0km”, un plan para subsidiar por 30 días la venta de cero kilómetro.
La noticia de la detención en la producción de la automotriz fue anunciada por el titular de la delegación Rosario del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata), Marcelo Barros, y confirmada a Clarín por fuentes de la empresa. Desde la compañía aseguraron que la decisión había sido acordada desde principios de año con el gremio, aprovechando el período de vacaciones de invierno.
“La gente lo acepta para conservar el trabajo. No estamos de acuerdo, la gente tampoco, pero debido a las circunstancias tenemos que buscar una negociación para que no queden afuera del sistema de trabajo”, planteó Barros en diálogo con Radio Dos. Durante los 30 días de inactividad los empleados cobrarán el 70 por ciento de los sueldos, mientras que los que debían tomarse vacaciones en esta fecha percibirán el total de sus haberes.
El parate se aprovechará para realizar mantenimiento en la planta y continuar trabajando en modificaciones de la línea de producción para la fabricación del nuevo automóvil de la compañía, que podría comenzar a producir los primeros pilotos a fines de 2020. En una entrevista con Clarín el titular de GM para el Mercosur, Carlos Zarlenga, confirmó el mes pasado que se sostiene la inversión de 500 millones de dólares para ese proyecto, 300 aportados por la compañía y otros 200 por los proveedores.
Entre noviembre del año pasado y abril de este año la empresa aplicó un sistema de suspensiones rotativas que en mayo se evitó. La producción actualmente se desarrolla en un solo turno.
Zarlenga proyectó que la caída en la venta de automóviles en el mercado interno durante 2019 será pronunciada: no superaría las 450 mil unidades, el peor nivel desde 2006. Aquel año se perforó por última vez el piso de los 500 mil patentamientos.
La situación en Brasil, donde la demanda sigue deprimida, incide en forma directa en el movimiento de la planta que la automotriz posee en Santa Fe. Entre el 75% y el 80% de la producción se deriva al país vecino.
El Clarín
Foto: Bloomberg
