El británico Andy Murray demostró que está en uno de los mejores momentos de su carrera al vencer 6-7, 6-0, 6-3 y 7-5 al checo Tomas Berdych y en la primera de las semifinales del Abierto de Australia, por lo que se ganó un lugar en la definición del primer Grand Slam del año.

Disputaron un primer set muy igualado, que duró una hora y 17 minutos y terminó 7-6 a favor de Berdych. Conquistaron un quiebre por lado, con la diferencia de que el checo capitalizó la única opción que tuvo, mientras que Murray dispuso de cuatro chances. El parcial se definió en el tie-break, donde el checo levantó un punto para set y luego lo ganó.

Foto: Reuters

Pero a diferencia de lo que fue la primera manga, la segunda fue un completo monólogo de Andy Murray, y asísería hasta el final del partido. El británico no le dio posibilidad a su rival y concretó tres quiebres de forma fugaz. En sólo 30 minutos, selló un 6-0 para igualar el partido y anular a su contrincante, que sólo tuvo un tiro ganador y 12 errores no forzados.

El resurgimiento del británico se confirmó en el tercer set, donde Murray remontó el partido y volvió lucirse. Trabajó bien en el primer servicio, mejor que su rival en el segundo y concretó un quiebre para colocarse 4-2. Así inclinó el parcial para su lado. El escocés paralizó a un Berdych que se mostró competitivo en la apertura del partido y, con su mejor versión, ganó 6-3 el tercer set y consiguió dar vuelta el resultado.

El partido se cerró con un Berdych luchador, pero ante un Murray completamente asentado y afirmado en un tenis extraordinario. El escocés le negó dos quiebres a base de esfuerzo y sacrificio para rescatar cada bola. El checo hizo su sexta doble falta del partido y le facilitó el camino a Murray, que rompió el saque de su rival para colocarse 6-5 y sacar para partido.

Foto: Reuters

En el Rod Laver Arena, el británico ganó un duelo entre dos de los mejores de este certamen. Murray había cedido un solo set en cinco partidos, mientras que Berdych no se dejó ni uno en igual número de encuentros.

Además, Andy Murray superó que su ex entrenador asistente, el venezolano Daniel Vallverdú, esté del otro lado, ya que ahora entrena a Berdych. El joven entrenador de tan solo 28 años al que el escocés conoció durante una estancia en la Academia Sánchez-Casal en Barcelona, ha durado poco a su lado tras el fichaje de la francesaAmelie Mauresmo como su técnico.

Murray dejó el historial entre ambos en 5-6 (4-3 en pista dura) y cortó una racha de dos derrotas consecutivas ante el checo, que había ganado los dos últimos enfrentamientos (Cincinnati y Madrid en 2013). Ahora espera en la final al ganador del duelo de este viernes, entre el serbio Novak Djokovic y el suizo Stanislas Wawrinka, el defensor del título.

Fuente: Infobae