En la antesala al 1 de septiembre se generan reacciones en contra del gobierno y de la oposición. Por un lado, instancias como la Organización de Estados Americanos demandan respeto a la Constitución. “No existe Estado de Derecho en Venezuela”, denunció ayer el secretario general de la OEA, Luis Almagro, a Cablenoticias, de Colombia, al referirse sobre la crisis política, económica y social del país y a la necesidad de conseguir ayuda internacional.

“Los bloques regionales han hecho sentir el descontento”, dijo Almagro sobre los mecanismos para buscar una solución como la activación de la Carta Democrática y la presentación de un informe acerca de la violación de los derechos en el país.

El gobierno de Nicolás Maduro cuestionó las declaraciones del portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, John Kirby, quien se opuso al traslado del dirigente de Voluntad Popular, Daniel Ceballos, hasta el internado judicial 26 de Julio, en Guárico.

El despacho del viceministro para América del Norte emitió un comunicado para rechazar “categóricamente las declaraciones insolentes” de Kirby: “Pretenden dar órdenes a una nación libre, soberana e independiente, en franca violación de la legalidad internacional. Ha quedado en evidencia la marca y autoría del golpe de Estado planificado para el 1 de septiembre. Alientan y promueven a los factores violentos, extremistas y antidemocráticos, que ya perpetraron crímenes contra la vida de ciudadanos, y ahora promueven acciones de naturaleza terrorista y atentan contra la paz, con el amparo y el apoyo irresponsable del gobierno imperial. Procura la inestabilidad de Venezuela y de la región para legitimar sus planes contra la paz y el desarrollo de los pueblos”.

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