El tenista suizo Roger Federer no tuvo dificultades este jueves para derrotar en tres sets al francés Benoît Paire y se medirá ahora en tercera ronda del Abierto del Estados Unidos con el australiano Nick Kyrgios.

Federer, número dos del mundo y cinco veces campeón en las pistas duras de Flushing Meadows, en Nueva York, pasó por encima de su rival en sets corridos de 7-5, 6-4, 6-4 en una hora y 57 minutos de juego.

El suizo estuvo acertado con su primer servicio, capitalizando el 74% de sus primeros saques, firmó cinco «breaks» en las nueve oportunidades que tuvo y se lució una vez más desde la red, con 27 puntos (de 35 intentos) desde esa posición.

«Creo que ha habido muchos altos y bajos. Creo que siempre es complicado contra Benoît (Paire) porque pienso que hay muchas tácticas ahí afuera. Algunas veces juega muy profundo, luego sube mucho. Eso por ello que cometes errores de vez en cuando en lugar de firmar golpes ganadores».

«Pero en general estoy contento. Pienso que no ha sido una mala actuación mía, para nada. Puedo estar satisfecho así que está todo bien».

Ahora Federer, en busca de su sexta corona en la Gran Manzana diez años después de la última, tendrá enfrente a Kyrgios, quien el jueves protagonizó una nueva polémica durante su encuentro ante el francés Pierre-Hugues Herbert.

– «No es su papel» –

El australiano perdió el primer set 4-6 y cedía el segundo 2-5 cuando el árbitro sueco Mohamed Lahyani bajó su sitio a hablar con él para pedirle que se esforzara más tras deambular durante la pista durante los últimos juegos.

Esa conversación pareció surtir efecto ya que Kyrgios acabó ganando el segundo set 7-6 (8/6) y los dos siguientes 6-3, 6-0 para acabar pasando a la siguiente instancia.

«No es el papel del árbitro bajar de su silla pero entiendo lo que estaba intentando hacer. Se comporta de la manera que se comporta (Kyrgios). Como árbitro debes tomar una decisión desde la silla, te puede gustar más o menos pero no hablas así, en mi opinión», señaló el suizo.

«Estuvo ahí demasiado tiempo. Tuvo una conversación y las conversaciones pueden cambiar la mentalidad (de un jugador)», agregó.

El propio Kyrgios negó que recibiera ánimos o apoyo del árbitro, lo que consideró «ridículo», y la organización también se pronunció al respecto.

«Lahyani estaba preocupado porque Kyrgios pudiera necesitar atención médica. Lahyani le dijo a Kyrgios que si se sentía enfermo el torneo podía ofrecerle atención médico. También le informó que si su falta de interés por el partido continuaba, como árbitro, podría tomar medidas», explicó en un comunicado.

«No ocurrirá de nuevo», sentenció Federer.

AFP