El primer ministro británico, David Cameron junto a el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk durante el encuentro en Bélgica sobre la situación en Turquía (EFE)
La Unión Europea (UE) se comprometió este domingo a conceder 3.000 millones de euros a Turquía para los más de 2,2 millones de refugiados sirios que acoge, así como a acelerar el proceso de adhesión del país y la liberalización de visados, a cambio de que Ankara contenga la inmigración irregular hacia Europa.
«La UE se compromete a conceder 3.000 millones de euros iniciales», señala la declaración que ambas partes sellaron en su cumbre de hoy y en la que también se apunta a la apertura a mediados de diciembre del capítulo económico del proceso de adhesión y a la posible liberalización de visados para ciudadanos turcos en octubre de 2016.
La UE y Turquía acuerdan asimismo aplicar un plan de acción que ayudará a «organizar los flujos migratorios y a contener la inmigración irregular», por el cual Ankara se compromete a reforzar el control de sus fronteras, a aceptar la devolución plena de inmigrantes irregulares llegados a Europa desde su territorio para junio de 2016 y a combatir las redes criminales.
Por su parte, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, dijo que la Unión Europea no espera que Turquía proteja las fronteras comunitarias en lugar de los europeos, pero sí reclamó un «cambio de las reglas del juego» para que contenga el flujo de inmigración irregular hacia Europa.
«No esperamos que nadie proteja nuestras fronteras por nosotros, eso puede y deben solo hacerlo los europeos, pero esperamos un paso importante para cambiar las reglas del juego en lo que se refiere a contener el flujo de inmigración hacia la UE vía Turquía», sostuvo Tusk al término de la cumbre entre los Veintiocho y ese país.
La canciller alemana, Angela Merkel, expresó su esperanza en que el acuerdo entre la Unión Europea y Turquía cree una «ventana de oportunidad» para que se solucione también en los próximos meses el conflicto entre ese país y Chipre, asunto relacionado con el proceso de adhesión de Ankara a la UE.
En este punto «ha quedado claro que la marcha del proceso de apertura está estrechamente vinculada a la cuestión de Chipre», señaló Merkel, quien dijo que muchos líderes han apuntado a ese factor, en referencia al enfrentamiento entre ese país de la UE y Turquía, que se remonta a 1974.
Entonces el Ejército turco ocupó la parte norte de la isla y en 1983 esa zona se autoproclamó República Turca del Norte de Chipre, sólo reconocida por Ankara.
«Quizás haya una ventana de oportunidad en estos meses para solucionar este conflicto», opinó Merkel, quien añadió que ello «contribuiría a la estabilidad en la región».
Chipre es reacio a abrir más capítulos con Turquía, ante el rechazo a cumplir el Protocolo de Ankara.
Fuente: Agencia
