1. Tienes que cambiar tu colchón cada año.

 
De hecho, hasta se puede ver un bajo-relieve en el colchón, lugar en el que pasas la mayor parte del tiempo con tu galán. Si tu colchón pudiera hablar, probablemente gritaría, «¡SÍ! Háganlo otra vez!

2. Compras condones a granel.

 
Tener sexo seguro es una obligación, por eso tú y tu chico tienen una enorme cantidad en caso de cualquier emergencia.

3. Tu celular podría funcionar como hot-line.

 
Porque cada vez que hablas con él, la temperatura sube…

4. Tienes más sex toys que zapatos.

 
Es importante tener un accesorio diferente para cada ocasión. De hecho, tienes algunos juguetes de tamaños y formas tan extrañas que podrían parecer juguetes de mascota.

5. Tienes una pieza de lencería para cada día del mes.

 
Aunque el resto del mundo nunca se entere de lo que llevas opuesto debajo, harás feliz a tu chico.

6. Has intentado todas las posiciones de Kamasutra.

Toma bastante tiempo y dedicación, pero has probado cada giro, pirueta y pose.

7. Gastas más dinero en lencería que en el súper.

¿Quién necesita comida si estás teniendo tanto sexo increíble?

8. Tienes sexo en las mañanas y en las noches… y en las tardes.

 
Estás demasiado ocupada teniendo sexo que ni siquiera te fijas en la hora.

9. Has caracterizado cada escena de Fifty Shades of Grey.

 
Tu clóset es tu propio red room y tus accesorios incluso podrían avergonzar a Christian Grey.

10. Eres una maestra de la masturbación.

 
Sólo porque él no esté ahí, no quiere decir que no puedes tener orgasmos impresionantes. ¿Quién dice que tu vida sexual tiene que incluir a otra persona todo el tiempo?

11. Susurras con voz sexy.

 
Con todo ese maravilloso sexo, ya no logras distinguir con quién modular tu voz.

Fuente: Cosmopolitan