#10 de enero : Día Internacional de las aves
enero 10, 2024 3:58 am



Hoy  se celebra el Día Internacional de las Aves, que tiene el objetivo de crear conciencia sobre la conservación ambiental. En Paraguay la deforestación y prospecciones amenazan la vida de miles de aves. Aquí te mostramos tres aves que habitaban territorio nacional y hoy se las considera extintas.

 

 

Este día se celebra por iniciativa de Bird Life International, esta organización es una red de organizaciones no gubernamentales que tiene como objetivo la conservación de todas las especies de aves que habitan en la Tierra así como de sus hábitats.

 

 

Además, trabaja por la conservación de la diversidad biológica del mundo y la adecuada utilización humana de los recursos naturales. En nuestro país la organización Guyra Paraguay trabaja en la conservación y promoción del uso sustentable de la diversidad biológica con énfasis en las aves.

 

 

En ese sentido, recordaron este  viernes el grave peligro de extinción en el que se encuentran algunas aves de nuestra región, incluso las más emblemáticas. La deforestación es la principal amenaza para la conservación de aves en Paraguay, le siguen la cacería y el tráfico de animales a nivel local e internacional.

 

 

Algunas de estas aves incluso fueron vistas por última vez hace décadas y probablemente estén ya extintas, tal es el caso del papagayo violáceo, que fue registrado por última vez en la década de 1960 y es posible que hayan disminuido considerablemente como resultado de la caza y captura, además de la degradación y destrucción del hábitat.

 

 

Sin embargo, es muy posible que aún sobrevivan pequeños individuos, porque no toda su amplia gama se ha estudiado de manera adecuada anteriormente y no existen informes locales persistentes y convincentes. Cualquier resto de la población es probable que sea pequeña y por esta razón se trata como especie en peligro crítico.

 

 

Este papagayo era residente del noreste de Argentina, el sur de Paraguay, el noroeste del Uruguay, el sur de Brasil y la zona del Chaco de Bolivia, por lo que se adaptaba al Chaco y a la zona de los llanos de Santa Cruz, muy lejos del hábitat y diferente a la región del Anodorhynchus hyacinthinus, que aún habita en el Pantanal boliviano y brasileño y parte de Paraguay.

 

 

Así también, otra de las especies que migraba hacia suelo guaraní y hoy día está considerada como extinta es el playero esquimal. Esta especie no ha sido registrada con certeza desde 1963 y ninguno ha sido confirmado en las zonas de invernación desde 1939.

 

 

Antiguamente era abundante, pero declinó rápidamente hace más de un siglo como resultado de la pérdida de su hábitat y la caza. Sin embargo, todavía no se puede presumir que se ha extinguido en su totalidad hasta que todas las áreas potenciales de cría sean estudiadas. No obstante, al igual que con el papagayo violáceo, se considera que cualquier resto de la población es probable que sea pequeña y por estas razones se trata como en peligro crítico (posiblemente extinta).

 

 

El zarapito esquimal, boreal o polar, también denominado playero polar o esquimal o chorlo polar, criaba en la tundra ártica de Canadá occidental y Alaska, y al final del verano migraba a las pampas de Argentina y hacia Uruguay y Paraguay, luego hacía el camino de regreso en febrero.

 

 

Otra de las aves que no se ha divisado en Paraguay por más de 100 años es el pato serrucho o serreta brasileña (Mergus octosetaceus). Su hábitat de cría son los ríos poco profundos, rápidos, fluidos, en el sur y centro de Brasil y este de Paraguay. Su principal amenaza fue la caza indiscriminada, que diezmó su población.

 

 

En Argentina está presente en la provincia de Misiones solamente. Anidan en las cavidades de un árbol y posiblemente en las cavidades de piedras. Comen peces principalmente, anguilas pequeñas, larvas de insectos y caracoles.

 

 

Esta especie está en peligro de extinción crítico. Las poblaciones se han reducido además por la contaminación de los ríos, por destrucción del bosque y la agricultura. La población actual se estima a menos de 250 parejas.

 

 

La deforestación de los bosques para uso agrícola, especialmente para la sojización, es la principal preocupación de la organización Guyra Paraguay, que investiga en qué nivel el ecosistema está siendo alterado y cómo esto afecta a la preservación de los animales en el país.